La pandemia dañó el acceso al juego a niños y niñas con discapacidad, poniendo en evidencia que este sector es casi invisible para la sociedad, explican expertos.

“Es interesante ver que los niños con discapacidad extrañan más la escuela o los centros de rehabilitación que los niños sin discapacidad, porque ese es un espacio de socialización, entonces los extrañan muchísimo más”, detalló Nashieli Ramírez, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, en una entrevista para 24 HORAS.

Según la consulta Infancias Encerradas, de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) en su reporte especial sobre Niñas, niños y adolescentes con discapacidad, señala que este sector cuenta con pocas herramientas para su recreación, tales como libros especializados o infantiles, juegos y espacios habilitados en sus hogares, lo que impacta negativamente el aspecto lúdico en sus vidas.

“¿Ahora cómo deben ser los juegos? Definitivamente nuestros niños tienen un tema de riesgo a la salud en todo el sistema respiratorio, entonces sí hay que cuidarlos. Algunos tienen las defensas más bajas que otros, por lo que hay que extremar todavía más los cuidados usando la tecnología desde casa, que definitivamente llegó para quedarse”, explicó Karem Robert, cofundadora de la organización Familias Extraordinarias, que asesora a más de 600 padres de niños con Síndrome de Down y otras formas de discapacidad intelectual.

El juego, una necesidad

Las cofundadoras de Familias Extraordinarias mencionan que el juego es sumamente relevante. Su experiencia ha dictaminado que jugar tiene muchos beneficios a nivel social y cultural.

“Aquí tenemos dos temas que tratar: Uno es el juego entre pares, entre iguales, y por eso tenemos nuestros grupos de pertenencia, en donde es súper importante que los niños se sientan identificados y mantengan el mismo nivel de juego.

Y el otro es el tema de inclusión, donde buscamos que las escuelas incluyan a los niños con discapacidad. No sólo se benefician los nuestros al jugar algo más avanzado, donde existe una imitación, si no que los niños regulares también tienen un beneficio enorme, ya que aprenden el valor de la tolerancia, la prudencia y la empatía, entre otros”, aseguró Regina Sáenz, de Familias Extraordinarias.

De acuerdo con la psicóloga infantil Adriana Lascurain, especialista en terapia de aprendizaje, lenguaje y neuropsicología clínica, la función del juego es elemental en la infancia, ya que permite que el niño aprenda y domine el entorno, por lo que es esencial fomentarlo.

“Eventualmente estás aprendiendo a participar en un contexto diferente, como cuáles son las normas, cuál es el proceso, cómo me tengo que comportar y, entonces, empiezas a trabajar habilidades sociales. Sabemos que en la discapacidad intelectual es un área que necesita de mucha atención.

La parte motora se desarrolla de manera natural y esto va a permitir que empiecen a controlar su cuerpo, a conocerse, a medir su espacio. Sin embargo, muchas veces creemos que el juego es tenerlos pegados en el Ipad, pero eso no es jugar”, aclaró la terapeuta.

El dato:

Limitantes físicas dificultan acceso de niños con discapacidad al juego

Una encuesta realizada durante la emergencia sanitaria a 2 mil 244 personas con discapacidad manifestaron tener afectaciones de salud:
● Sistema respiratorio (24%)
● Sistema inmunológico (15%)
● Preexistencia cardiaca (5%)
● Diabetes (5%)
● Condiciones renales (4%).

Fuente: Yo También, A. C., en coordinación con Mexicanos con Discapacidad, Familias Extraordinarias, y Padres de Hijos con Necesidades Especiales.

 

LEG