Familiares de pacientes con Covid-19 aguardan hasta más de seis horas para el abasto de oxígeno medicinal; los menos afortunados deben seguir recorriendo la ciudad para encontrar el complemento que le permite seguir viviendo o recuperando a su enfermo.

Luis y Tania Velázquez son dos jóvenes que han esperado desde antes del mediodía el abasto de oxígeno para su padre, quien enfermó de coronavirus. Tras seis horas bajo los rayos del sol, por fin, ocurre el intercambio del tanque de oxígeno.

Relatan que durante el tiempo de enfermedad de familiar, han encontrado con problemas para encontrar establecimientos con oxígeno medicinal en la extensión de dos municipios mexiquenses, pero afortunadamente, su búsqueda nunca ha sido en calidad de urgencia.

Ello debido a que el señor está mantenido estable, lo que les brinda la oportunidad de moverse y siempre regresar a casa con el tanque de oxígeno lleno. Sin embargo, reconocen, ha sido un gasto fuerte para su economía.

A partir de las 16:00 horas, cuando las personas arriban a una sucursal ubicada en los límites de la alcaldía Iztapalapa y el municipio de Nezahualcóyotl, ya no encuentran oxígeno. Las personas que esperan su turno, hacen saber a quienes van llegando que se entregaron fichas y aún así, siguen esperando la recarga de oxígeno.

El personal del local no da mayores informes, pero entre las mismas personas que sí alcanzaron dicho insumo y sólo esperan la entrega o llenado de su tanque, dan consejos y sugerencias ante la escucha de la necesidad ajena, les brindan información sobre otros lugares para abastecerse.

Poco a poco, diferentes personas llegan al lugar de abasto en transporte particular y público e inclusive en mototaxi. Al enterarse de que ya no hay oxígeno, regresan a su medio de movilidad y continúan la búsqueda, la noche aún no llega.

Algunos de ellos llegan con la respiración entre cortada a preguntar, refieren que no son síntomas del virus SARS-CoV-2, sino la urgencia de buscar oxígeno para su familiar. No se detienen a dar más detalles y retoman su camino.

Otros se quejan de que el horario de servicio concluya a las 17:30 horas, pues apuntan que el abastecimiento de oxígeno medicinal en medio de la pandemia es esencial.

Algunos agregan que debería haber más personal para operar las 24 horas. Quienes les escuchan, les recomiendan que también pueden solicitar el servicio vía internet.

Entre las personas que aguardan el intercambio o llenado de tanques de oxígeno medicinal refieren que el coronavirus es una enfermedad costosa, pues ni los medicamentos ni el gas son económicos.

Luis, cuyo suegro de 72 años lleva un mes en recuperación, comparte que toda la familia ya está endeudada, pues calcula un gasto que asciende a los 80 mil pesos, que podría aumentar conforme pase el tiempo.

Otro caso es el del esposo de una mujer llamada Carmen, quien indica que ha gastado unos 16 mil pesos en oxígeno. “No sé ni de dónde hemos sacado el dinero, pero ahí vamos”, expresa y añade que, por el momento, eso no le preocupa pues lo primordial es salvar la vida de su familiar.

LEG