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Foto: Cuartoscuro / archivo La respuesta fría que el Ejecutivo mexicano externó en su conferencia en torno a las protestas que irrumpieron el Capitolio, en el acto que ratificaría el triunfo de Biden, subió de temperatura hacia final de la conferencia  

Aunque ya obtuvo un reconocimiento del próximo Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, López Obrador prefirió demostrar que está con Donald Trump, Presidente saliente, hasta el último minuto.

Como pocas veces pasa en La Mañanera, la primera pregunta fue entorno a la toma del Capitolio, durante el recuento de votos para ratificar el triunfo del demócrata, tema que acaparó diarios internacionales y mexicanos; sin embargo la opinión del Ejecutivo mexicano se limitó a la clásica respuesta en torno a Estados Unidos: no intervención, y simplemente lamentar los cuatro fallecimientos.

Ya sin que nadie le insistiera, él solito sacó lo que no le gustó del asunto.

Al tratar de defender nuevamente al subsecretario que está a cargo de la estrategia contra la pandemia de Covid-19, el mandatario confesó que en la llamada que tuvo con el demócrata en diciembre, éste mostró un primer guiño: “Tratamos el tema y él reconoció que estaba mejor la atención en México sobre el problema que lo que ellos estaban haciendo”.

Al parecer no pasó de eso, pues a la fecha ni la invitación a la toma de protesta ha recibido. De cualquier forma, recalcó que él no tiene intención de salir al extranjero, y la única visita que ha hecho fue precisamente a Estados Unidos con Trump, en el marco de la entrada en vigor del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC); visita hecha a mediados del año pasado y en plena campaña electoral en el vecino país. Y por cierto, en la cual ni siquiera buscó un encuentro con el ala demócrata que abanderó a Biden.

La respuesta fría que el Ejecutivo mexicano externó en su conferencia en torno a las protestas que irrumpieron el Capitolio, en el acto que ratificaría el triunfo de Biden, subió de temperatura hacia final de la conferencia.

El político que incluso califica de “benditas ” a las redes sociales, ahora comparó a Twitter con la Santa Inquisición.

“Algo que no me gustó ayer del asunto del Capitalino, nada más que respeto, pero no me gusta la censura, no me gusta que a nadie lo censuren y le quiten el derecho de transmitir un mensaje en Twitter o en Face.

“Cómo se va a censurar a alguien. A ver te castigo porque yo juez como la Santa Inquisición, considero que lo que estás diciendo es perjudicial, dónde está incluso la norma, dónde está la legislación, dónde está reglamentado, ese es un asunto de Estado, no es un asunto de las empresas”, expresó en referencia a que Twitter canceló temporalmente la cuenta de Trump por incitar a la violencia y ahora determinó que será por tiempo indefinido.

No es la primera vez que critica a Twitter, pues ha cuestionado el porqué no elimina las cuentas denominadas bots que atacan a su Gobierno, incluso ha invitado al CEO en México a que dé la explicación en La Mañanera, como si fuera funcionario, pero Francisco Jiménez Viesca no ha asistido.

Por cierto, al hablar de su viaje a Estados Unidos recordó que lo hizo en un vuelo comercial, y no con las “extravagancias” que acostumbraba el Estado Mayor Presidencial, como importar yogurt para sus alimentos, acción de la cual no quiso culpar al expresidente Enrique Peña Nieto, pues estimó que a lo mejor ni siquiera él sabía de eso.

Con ese tipo de críticas, el Presidente se muestra tan cómodo que hasta deja de “apapachar” el atril y se lleva las manos a los bolsillos.

Y a propósito de viaje, al parecer no se le pegó un poquito del inglés en lo que anduvo por allá, pues al leer el texto de un cartón que ah “como me gustó, del caricaturista Patricio, pronunció “plaición cinco” y “gamerpro”, en lugar de playstation 5 y gamer pro.

El Presidente pidió exhibir. Su vocero tuvo dos traspiés antes de dar con la ‘buena’ con la que incluso el mandatario rió; sin embargo, ésta ni gracia causó a los presentes…

Tras el Día de Reyes, López Obrador logró quórum completo en su conferencia. Hoy se llenaron todas las filas disponibles. Eso sí, se mantiene la restricción de que el aforo máximo sean 50 personas.

Infografía: Xavier Rodríguez

LEG