La oposición no puede permitir que el Ejecutivo “absorba’’ a los organismos autónomos, como el IFT y el INAI, porque no habría contrapeso que limitara su poder.

Aunque el presidente López Obrador dijo que el lunes próximo se reuniría con su gabinete para analizar, se supone, las iniciativas de reforma legales que se necesitan para cumplir su capricho, no hay un solo funcionario, uno, que se oponga a sus deseos.

Y eso de que “abrirá el debate’’ sobre el tema, es cuento; la mayoría de los debates o “parlamentos abiertos’’ que se abren para discutir los temas de interés nacional son simulaciones porque la decisión está tomada desde arriba.

Los organismos autónomos han sido una piedra en el zapato de López Obrador desde antes de que llegara a la Presidencia.

La justificación que esgrime para determinar que desaparezcan es que son “caros, ineficientes, corruptos, porque siempre están del lado de los intereses de los poderosos’’.

Muchas pruebas hay para presentar en favor de la autonomía de esos y otros órganos independientes del Ejecutivo.

Pero como la sentencia está dictada, no habrá quién lo convenza de su utilidad.

Y si la molestia es porque los integrantes de los organismos autónomos se ampararon para defender sus salarios -estaban en su derecho-, entre ellos quienes trabajan en el Banco de México y en el INE, su consejero jurídico podría recomendarle otra estrategia que no sea la de desaparecer tales organismos.

Porque absorber es desaparecer, si no la estructura orgánica, sí la autonomía, que es lo que da sentido a su razón de ser.

Ni modo que bajo las órdenes del Ejecutivo se puedan desempeñar como lo hacen ahora.

A diferencia de su ocurrencia de ofrecer asilo político a Julian Assange, esta propuesta va en serio.

Lo venía advirtiendo desde hace meses y si una voz sensata no lo convence de que dichos organismos son pilares de la democracia, volveremos irremediablemente a la presidencia imperial.

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Pues que siempre sí.

Sí están saturados los hospitales de la Zona Metropolitana del Valle de México.

Sí se requieren más especialistas para relevar a los cansados médicos y enfermeros y enfermeras de los hospitales públicos que no han descansado en 10 meses.

Y sí llegarán, el domingo, 200 médicos cubanos para trabajar en el hospital de Tláhuac, en donde no hay camas disponibles para atender a pacientes de Covid-19.

No sabemos si será el único contingente o vendrán más si la situación empeora.

La decisión se tomó ayer en Palacio Nacional, durante una reunión a la que acudieron los directores del IMSS, ISSSTE, de la Secretaría de Salud y la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.

A ver cómo les -nos- va.

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Bien dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

El dicho se aplica con sobrada razón al líder de Morena, Mario Delgado, a quien un grupo de mujeres de ese partido pidió retirar la candidatura a gobernador a Félix Salgado Macedonio, acusado de violación.

Delgado dijo que se tenía que andar con cuidado pues en estos tiempos electorales las acusaciones contra Salgado “podrían tratarse de guerra sucia’’.

La desafortunada declaración solo puede ser atribuida a su ignorancia, es decir, al desconocimiento del expediente en el que abundan las pruebas del abuso cometido por su candidato.

Bueno, hasta la secretaria general del partido, Citlalli Hernández pidió que se revisara el caso, porque sería muy grave que un abusador sea cobijado y postulado por Morena.

Si Delgado no quiere o no entiende, la petición de las mujeres morenistas debería ser al presidente López Obrador, el gran dedo elector.

LEG