@guerrerochipres
Ningún Gobierno de la Ciudad de México había tenido tantas crisis simultáneas y de tal magnitud, como la pandemia del Covid-19 o, la más reciente, la de movilidad ante la suspensión del servicio del Metro.
Aunque todas estas situaciones están sujetas a interpretación política y al debate, lo que es imposible ignorar es la rapidez y la precisión disciplinada de las reacciones.
Frente a los daños provocados por el incendio en instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo, el Gobierno de la ciudad diseñó una estrategia de movilidad alternativa que le ha permitido atender un millón 400 mil viajes diarios.
La paralización del servicio de las líneas 1 a 6 del Metro representa dejar a millones de personas sin el principal servicio de transporte público para su movilidad diaria. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, atendió integralmente la situación.
La Estrategia de Apoyo de la Red de Movilidad Integrada -como se denominó el esquema emergente-, se actualiza e informa cada día con datos sobre la cobertura alcanzada y el ajuste que se realiza en horarios, rutas, distribución e incremento de unidades, para dar certeza de traslado a los ciudadanos.
El reto de garantizar la movilidad se presenta cuando nos encontramos en el punto más álgido de la emergencia sanitaria por Covid-19, con llamados continuos a los ciudadanos, desde la Jefatura de Gobierno, para mantenerse en casa y respetar las reglas de sana distancia en todos los casos.
Para la cobertura de la demanda, la estrategia ha incrementado frecuencias, definido corredores de transporte, recorridos alternativos y coordinación con el área de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Todo ello supervisado desde un centro de operación general, en coordinación con el Estado de México.
Una tarea de esa magnitud, y que estuvo a cargo del Secretario de Movilidad, Andrés Lajous y la directora del Metro, Florencia Serranía, implica la articulación de diversas áreas y la conjunción de esfuerzos.
El Metrobús aumentó su flotilla en recorridos alternativos al pasar de 571 a 607 unidades y el transporte concesionado se incrementó también de 537 unidades a 790.
El Sistema de Transportes Eléctricos aumentó su flota en recorridos alternativos para llegar a 86 trolebuses, más 6 articulados y reinició operación completa del Tren Ligero en el sur de la ciudad y se ha desplegado personal para evitar abusos en el cobro e irregularidades con mecanismos de supervisión y sanción, en su caso.
Personal en puntos de mayor afluencia cumplen una labor vital con difusión de viva voz, para dar orientación a los usuarios sobre las opciones de trayectos. En total mil 550 servidores públicos participan en campo en la estrategia.
La capacidad de respuesta mostrada por el Gobierno de CDMX se convirtió en ingeniería de movilidad para operar un plan alternativo que se activa, escala y mantiene hasta que sea necesario.