China tuvo un “año horroroso” en lo relativo a derechos humanos en 2020, dijo el miércoles Human Rights Watch, apuntando a una ofensiva contra la disidencia en Hong Kong, la represión de los musulmanes uigures y el silenciamiento de las personas que informaron sobre el brote de coronavirus.
Una corte china dictó el mes pasado una pena de cuatro años de cárcel a una periodista ciudadana que informó desde Wuhan, el epicentro del brote del nuevo coronavirus antes de que se extendiera por el mundo, mientras que otros que hicieron lo mismo han desaparecido.
“Tomar medidas enérgicas contra denunciantes y periodistas ciudadanos en este momento en particular (…) ayuda a resaltar al resto del mundo cuáles pueden ser las consecuencias de las violaciones dentro de China“, dijo Sophie Richardson, directora para China de Human Rights Watch (HRW), después del lanzamiento del Informe Mundial 2021 del grupo.
El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, dijo a Reuters Television en Ginebra que China sigue siendo la mayor amenaza para los derechos humanos mundiales y que el presidente Xi Jinping se había “embarcado en la represión más intensa” en el país desde los hechos ocurridos en la Plaza de Tiananmen en 1989.
China introdujo el año pasado una ley de seguridad nacional en la excolonia británica de Hong Kong, en virtud de la cual 53 activistas a favor de la democracia fueron arrestados en redadas matutinas la semana pasada, mientras que Pekín también enfrentó acusaciones, que niega, de persecución y trabajo forzoso de uigures en la región de Xinjiang.
Richardson, quien habló en un seminario web, comparó la difícil situación de los uigures con la de los musulmanes rohinyá en Myanmar, pero notó una respuesta internacional mucho más débil.
También afirmó que era problemático que la Unión Europea, después de un año en el que China “destrozó públicamente” sus compromisos de derechos humanos, acordara un pacto de inversión con Pekín, que solo establece vagas expectativas de que China considerará acatar estándares más altos sobre trabajo forzoso y otras cuestiones.
Pero señaló que más gobiernos se estaban uniendo para criticar a China. “Mellar la sensación de impunidad del gobierno chino por las graves violaciones de derechos humanos es una prioridad real, creemos, para los gobiernos y para instituciones como la ONU”, dijo.
ICA