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FOTO: PIXABAY La malaria provocó la muerte a más de 400 mil personas en todo el mundo en 2019  

Científicos sudafricanos han descubierto compuestos químicos que podrían usarse potencialmente para una nueva línea de medicamentos para tratar la malaria e incluso matar al parásito en su etapa infecciosa, algo que la mayoría de los fármacos disponibles no hacen.

La investigación liderada por la Universidad de Pretoria, publicada esta semana en la revista Nature Communications, mostró que los compuestos químicos sometidos a ensayos clínicos para el tratamiento de la tuberculosis y el cáncer -el inhibidor ML324 de JmjC y el candidato clínico antituberculoso SQ109- pueden matar al parásito que causa la enfermedad en una etapa en la que normalmente infecta a otros.

La Organización Mundial de la Salud dijo en noviembre que las muertes por malaria durante la pandemia de coronavirus, debido a la interrupción de los servicios diseñados para frenar al mosquito que transmite la enfermedad, superarán a las muertes causadas por el COVID-19 en la región de África subsahariana.

La malaria provocó la muerte a más de 400 mil personas en todo el mundo en 2019, según las últimas cifras de la OMS, la gran mayoría en África. Hubo 229 millones de casos en todo el mundo, 215 millones de ellos en el continente.

“Nuestra innovación consistió en encontrar compuestos que puedan bloquear las etapas transmisibles y nosotros, si podemos hacerlo, detendremos la propagación de la malaria”, dijo el viernes a Reuters la catedrática de investigación en control sostenible de la malaria y la profesora de bioquímica Lyn-Marie Birkholtz, quien formó parte del equipo.

La mayoría de los medicamentos matan la malaria cuando se establece en el hígado o después de que ha infectado los glóbulos rojos, pero no pueden combatirla una vez que el parásito se libera de las células, que es cuando se transmite a otras personas a través de las picaduras de mosquitos, afirmó.

El único fármaco que puede tener un efecto durante la fase transmisible, la primaquina, no se usa ampliamente debido a preocupaciones sobre los efectos secundarios.

“Si podemos desarrollar estos compuestos (…) entonces tenemos una nueva herramienta adicional que podemos utilizar para eliminar la malaria”, dijo Birkholtz.

Aún es necesario realizar más pruebas antes de que los compuestos puedan recibir la aprobación como antipalúdico, pero el avance también abordaría las preocupaciones sobre la resistencia a los medicamentos, sostuvo.

 

ica