El opositor ruso Alexéi Navalni exhortó a sus partidarios a “salir a la calle” contra el poder, minutos después de una decisión judicial que lo mantendrá detenido hasta el 15 de febrero, y un día después de su regreso a Rusia, desde Alemania.
“No tengan miedo, salgan a la calle, no por mí sino por ustedes, por su futuro”, dijo en un video divulgado en redes sociales Navalni, quien fue detenido la víspera tras descender del avión en un aeropuerto moscovita.
“No se callen, resistan, salgan a la calle” agregó desde la sala de audiencia. Su más estrecho colaborador, Leonid Volkov, anunció de inmediato la organización de “grandes manifestaciones” en todo el país el 23 de enero.
El carismático activista anticorrupción y enemigo jurado del Kremlin, de 44 años, acusa al presidente Vladimir Putin de haber ordenado su asesinato envenenándolo con un agente neurotóxico de tipo Novichok, lo que Rusia niega.
Navalni cayó repentinamente en coma en agosto, cuando regresaba de una gira electoral en Siberia.
Hospitalizado en Omsk, fue evacuado a un hospital de Berlín bajo la presión de sus familiares, donde se recuperó.
El domingo retornó a Moscú pero fue detenido a su llegada. El Servicio penitenciario ruso lo acusa de violar las medidas de control judicial cuando se marchó al extranjero para recibir tratamiento. Y ahora, dijo, vive una “parodia de justicia”.
4, 800, 000
dólares en donaciones para su uso personal presume el Gobierno ruso que fueron malversados por el opositor a Putin
3 laboratorios
europeos confirmaron el año pasado que el político Navalni fue envenenado con un agente nervioso de tipo Novichok
LEG