Migrantes que aguardan en México sus trámites para radicarse en Estados Unidos confiaron este miércoles en que el nuevo presidente de ese país, Joe Biden, flexibilizará su política tras las duras medidas del gobierno de Donald Trump.
“Estamos muy alegres, contentos, nos regresaron la esperanza”, dijo a la AFP la nicaragüense Jessica Valles, quien lleva 18 meses en Ciudad Juárez (norte) esperando una respuesta favorable a su solicitud.
Con ese sentimiento, Valles siguió este miércoles por televisión la investidura de Biden en un albergue que acoge a migrantes varados.
“Nos hace sentir más confiados y estamos viendo que el nuevo presidente no nos está dejando de lado y creo que sí está pensando en nosotros”, señaló por su parte Fátima, una salvadoreña que lleva dos años en México y quien evitó dar su apellido.
La migración fue un tema central durante el gobierno de Trump, quien tomó medidas polémicas como la separación de familias de migrantes indocumentados o la construcción de un muro en la frontera con México, de casi 3.200 km.
Bajo el gobierno de Trump, Estados Unidos envió también a México a unos 60.000 migrantes, la mayoría de Centroamérica, en el marco del programa “Quédate en México”.
Esa política dispone que los solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur estadounidense deben esperar en territorio mexicano la resolución de sus casos.
Biden firmó este miércoles un decreto ordenando poner un alto al muro -cuyas obras continuaban este miércoles en Juárez- y presentará un proyecto ante el Congreso que permitirá la naturalización de unos 700.000 jóvenes que llegaron como indocumentados en su infancia acompañando a sus padres, colectivo conocido como los “soñadores”.
También proyecta un plan de asistencia para El Salvador, Guatemala y Honduras, de donde son originarios la mayoría de los migrantes, así como fondos adicionales para la vigilancia y control fronterizos.
“Es una esperanza, no puedo decir que vaya a suceder porque los políticos prometen mucho, pero tenemos la esperanza de que así sea, de que se nos dé la oportunidad”, comentó por su parte Dennys López, un cubano que lleva cuatro años en México y tres meses en Ciudad Juárez.
Tras las multitudinarias caravanas migratorias de finales de 2018 y principios de 2019, Trump amenazó a México con sanciones comerciales si no tomaba medidas para detener la oleada migratoria.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, desplegó entonces unos 26.000 militares en sus fronteras norte y sur.
DAMG