Habitantes de Chocholá, Mérida e Izamal obtuvieron la suspensión provisional del Tren Maya. Por lo tanto, las autoridades federales no podrán realizar obras públicas nuevas en lo que se determina si hay suspensión definitiva de los trabajos.
En julio de 2020, los habitantes de los municipios mencionados decidieron promover un juicio de amparo en contra de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), debido a la falta de información de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) durante la consulta pública realizada en ese mismo mes.
En tanto, la propia Semarnat aprobó la MIA del Tren Maya el 30 de noviembre, lo que permitía a las autoridades comenzar los trabajos en la zona; sin embargo, en esa misma aprobación la dependencia reconoce la ausencia de información durante la consulta y responsabiliza al Fonatur de estos fallos.
“Las quejosas decidieron ampliar el amparo inicial en contra de la aprobación de la MIA, porque ésta se dio sin haber garantizado toda la información ni la participación pública en el proceso de evaluación ambiental en la materia”, indicaron las agrupaciones que promovieron este recurso. Luego de todo ello, el Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de Yucatán decidió conceder la suspensión provisional del proyecto para efectos de que las autoridades se abstengan de ejecutar obras nuevas.
LEG