La disponibilidad de fosas en el panteón federal de Cuautepec es escasa y quienes cuentan con perpetuidad son los únicos que pueden sepultar algún familiar o esperar a que un difunto haya cumplido los siete años de plazo para desocupar un espacio.

Sobre la avenida Loma la Palma, alcaldía Gustavo A Madero, donde se ubica este cementerio, la tarde de este domingo se hace presente el dolor, pues un grupo de personas llega a dar sepultura a un familiar.

Las fosas son insuficientes para sepultar a los fallecidos por Covid-19, indican trabajadores del cementerio, quienes vigilan el acceso principal y únicamente abren las puertas para recibir a los difuntos, dado que, en la puerta se encuentra un letrero que, avisa que el cementerio se encuentra cerrado hasta nuevo aviso.

“Al día llegan cinco muertos” externó a 24 HORAS José, quien es empleado del cementerio y pidió omitir su nombre.

Narra que el lugar se encuentra saturado a causa de la emergencia sanitaria y que en la mayoría de los servicios las personas son sepultadas ya que los crematorios están saturados, “se debe hacer cita y pueden tardar hasta una semana”.

Enfatizó que en el panteón de Cuautepec, el féretro de los fallecidos por el nuevo coronavirus es emplayado para evitar el contagio y luego sepultado, y que el lugar no cuenta con un área específica para estos cuerpos.

Juan, quien también pidió omitir su nombre, detalló a este diario que “los enterramos donde haya lugar”.

Añadió que ante la alta demanda del servicio, se exhuman los restos enterrados hace siete años, pues es la única forma de hacer más espacio en el cementerio.

En el perímetro se acercan personas ofertando el servicio funerario en 14 mil pesos e incluye: recuperación del cuerpo del hospital, acta de defunción, preparación del cadáver y velación con féretro emplayado, es sí, advierten, el cuerpo es sepultado en otro panteón, el de San Isidro, ubicado en la alcaldía Azcapotzalco.

En dos horas, llegaron dos féretros sin emplayar, en ambos sepelios asistieron unas cincuenta personas, que no guardaron la sana distancia.

LEG