El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, entregó su renuncia al jefe de Estado el martes, con la esperanza de que se le dé la oportunidad de formar una nueva coalición y reconstruir su mayoría parlamentaria.
El agravamiento de la crisis política se desarrolla en el contexto de una pandemia que ha provocado la muerte de más de 85 mil italianos, la segunda cifra más alta de muertos en Europa después de Reino Unido y la sexta más alta del mundo.
Conte perdió su mayoría absoluta en el Senado la semana pasada cuando un socio menor, el partido Italia Viva encabezado por el ex primer ministro Matteo Renzi, renunció en una disputa por el manejo del gobierno de la crisis del coronavirus y la recesión económica.
Los esfuerzos para atraer a senadores centristas e independientes a la coalición han tenido poco éxito, lo que deja a Conte sin más remedio que renunciar, desatando una crisis gubernamental que le dará más tiempo para encontrar un acuerdo.
El presidente Sergio Mattarella comenzará el miércoles por la tarde consultas con los líderes partidistas, indicó su oficina en un comunicado.
Si Mattarella cree que Conte puede obtener el respaldo necesario para armar una nueva administración, es probable que el presidente le dé unos días para tratar de finalizar un acuerdo y redactar un nuevo gabinete.
Hasta ahora, los principales partidos de la coalición, el antisistema Movimiento 5 Estrellas y el Partido Demócrata (PD) de centro izquierda, han respaldado los esfuerzos de Conte para mantenerse en el poder.
“Conte es el elemento esencial y necesitamos ampliar y relanzar la acción del gobierno”, dijo Debora Serracchiani, subdirectora del PD, a la emisora estatal RAI.
¿ELECCIÓN ANTICIPADA?
Sin embargo, si Conte no puede encontrar nuevos aliados , Mattarella tendrá que encontrar un candidato alternativo que se considere capaz de armar una coalición viable.
Si todo lo demás falla, el presidente tendrá que convocar elecciones dos años antes de lo previsto, aunque analistas políticos afirman que ese es el escenario menos probable.
La crisis del coronavirus en Italia ha desencadenado su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial y el gobierno ha estado luchando por elaborar un plan sobre la mejor manera de gastar unos 200 mil millones de euros (240 mil millones de dólares) de fondos de la Unión Europea para ayudar a que la economía se recupere.
Renzi ha acusado a Conte de carecer de visión estratégica, diciendo que se arriesga a desperdiciar la bonanza sin precedentes de la UE en donaciones en lugar de inversiones a largo plazo.
ica