La señora Benita partió antes de conocer a su primer nieto, su gran ilusión desde que vio a sus tres hijos independizarse. La mujer tenía tan sólo 54 años de edad. Ella es una de las más de 150 mil víctimas mortales de Covid-19 en México.
A casi tres meses de su muerte, el menor de sus hijos, de 24 años, recuerda con nostalgia a su madre, quien en octubre pasado falleció por complicaciones de coronavirus conjugadas con la diabetes que padecía desde hace cuatro años.
El joven señala que su madre tenía muchas ganas de vivir, la alegría que emanaba al hablar no se comparaba con nadie, ni con la suya. Ella le daba ánimos para seguir adelante, ahora, el recuerdo y las palabras de aquella mujer son la motivación que necesita ante su ausencia.
Rememora el día en que le informó que sería papá de un niño. Aunque la noticia le sorprendió ya que era el único de sus hijos que no se había casado, ella se alegró, pues, comparte el joven, sería el primer nieto y ella tenía gran entusiasmo de ayudar en la crianza del pequeño, sin embargo, le faltó vida para conocerlo, ya que perdió la batalla contra el virus SARS-CoV-2.
Constantemente, Benita le preguntaba qué nombre le pondrían al bebé, ellos aún no sabían, pero ella ya había pensado en al menos tres: Emiliano, Manuel y Fernando.
También había iniciado con la compra de diminutas prendas de vestir para su nietecito, pañales, biberones, juguetes y demás accesorios.
A Benita el coronavirus le impidió seguir preparando la llegada de su nieto. La enfermedad le ganó, a pesar de los esfuerzos de la familia para ayudarla a superar el Covid-19.
LEG