Marian Turski, un superviviente de 94 años del campo de exterminio de Auschwitz, conmemorará de forma virtual el aniversario número 76 de la liberación del campo por las tropas soviéticas, consciente de que puede que no vuelva a pisarlo nunca más, debido a la pandemia de coronavirus.
Supervivientes y responsables del museo dijeron a Reuters que temen que el COVID acabe con la época en la que prisioneros de Auschwitz contaban sus historias a los visitantes en el mismo lugar en que sucedieron. En su mayoría, los supervivientes del campo de concentración tienen entre 80 y 90 años.
“Incluso si no hubiera pandemia, habría menos supervivientes en cada aniversario”, dijo Turski a Reuters en una entrevista hecha a través de Zoom desde su casa en Varsovia. “Las personas de mi edad, que ya son de por sí vulnerables a muchas otras enfermedades, también están en la primera línea con este virus”.
Turski declinó hacer la entrevista en persona, en parte debido a los riesgos de pandemia.
El museo y memorial de Auschwitz-Birkenau conserva el campo de exterminio de Auschwitz levantado en suelo polaco por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Más de 1,1 millones de personas, en su mayoría judíos, perecieron en las cámaras de gas del campo o por inanición, frío y enfermedad.
La ceremonia del miércoles para conmemorar la liberación del campo tendrá lugar de forma virtual a partir de las 1500 GMT (16 hora local), con discursos de algunos supervivientes, del presidente de Polonia Andrzej Duda y de diplomáticos israelíes y rusos, así como un debate sobre la influencia del Holocausto en los niños.
También se celebrarán otras ceremonias virtuales para conmemorar el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
El Memorial ha estado cerrado a los visitantes durante 161 días debido a la pandemia. En 2019 fue visitado por unos 2,3 millones de personas. En 2020 esa cifra se redujo a unos 502 mil.
El director del Museo, Piotr Cywinski, reconoció que los eventos virtuales y los programas educativos no son tan eficaces para transmitir las lecciones del Holocausto y de la Segunda Guerra Mundial.
“Nada sustituirá el presenciar el lugar en su estado auténtico, porque no se trata sólo de ver y escuchar. Se trata de mirar a tu alrededor, de tus propios pasos, de tocar, de experimentar diferentes perspectivas, de comprender”, dijo Cywinski a Reuters.
Los supervivientes hicieron hincapié en la importancia de encontrar formas de mantener la relevancia de Auschwitz después de que ya no puedan contar sus propias historias, en medio de un aumento de los movimientos de extrema derecha y del antisemitismo.
Otros supervivientes, como Bogdan Bartnikowski, de 89 años, se declaran optimistas. Afirmó que la pandemia no acabará con sus posibilidades de volver al lugar y contar sus historias.
“Tengo la esperanza de que seguro que seguirá habiendo grupos de visitantes en el museo”, declaró Bartnikowski. “Los que un día fuimos presos no faltaremos”.
ica