SEAT reunió en el lago de Alqueva en Portugal al astrofotógrafo Miguel Claro, quien alista los telescopios y cámaras en el observatorio para captar los acontecimientos de la bóveda celeste y presenciar sus procesos en uno de los cielos más oscuros de Europa, con el responsable de Desarrollo de Iluminación de SEAT, Carlos Elvira, quien describe cómo es trabajar en total oscuridad para probar los sistemas de iluminación de los vehículos.
Durante un intercambio de lo que cada uno realiza en su profesión, ambos llegan a un punto en el que la astronomía y la fotometría son puestos en una comparativa que arroja muchas semejanzas cuando son aplicadas al automovilismo.
EN BUSCA DE LA MEJOR LUZ
Los grupos ópticos de un auto son un elemento fundamental para el confort y la seguridad. “Todo nuestro trabajo está enfocado en conseguir una iluminación que se adapte a la perfección a las diferentes condiciones que podemos encontrar en la carretera”, explica Elvira. Por eso, es clave calcular minuciosamente el alcance y la anchura de los faros, así como el contraste y definición de los pilotos que diseñan.
Miguel Claro, por su parte, debe calibrar milimétricamente los telescopios y cámaras para captar con toda su intensidad el brillo de constelaciones como la de Orión, así como Vega y Sírius, sus estrellas preferidas.
EL ENTORNO NECESARIO
Ya sea buscando el mejor comportamiento de la iluminación más avanzada o para fotografiar estrellas, Elvira y Claro deben tratar la luz en la más profunda negrura. “La oscuridad es la base de mi trabajo, ya que revela lo bello del universo”, asegura Claro. “Para mí es una necesidad”, coincide Elvira.
Los dos expertos pasan mucho tiempo en ello. Claro lo hace en este balcón con vistas al espacio exterior que es Alqueva, certificada como “Destino Turístico Starlight”. “El cielo está totalmente despejado al menos 260 noches al año”, puntualiza. Por su parte, Elvira y su equipo pasan unas “800 horas a oscuras para probar y validar las luces del nuevo León”, sostiene.
LA LUZ QUE IMPORTA
Para los dos profesionales es básico trabajar sin ningún tipo de contaminación lumínica. “Gracias al cielo negro y virgen de este paraje, aquí las estrellas pueden verse hasta el límite de magnitud que nuestro propio ojo puede alcanzar, basta alzar la vista para contemplar más de 4,000”, comenta Miguel Claro.
En lugares tan oscuros como éste, Carlos Elvira y su equipo recorren hasta 30,000 km para probar los grupos ópticos de un solo modelo. Lo hacen en los cuatro puntos cardinales del planeta, buscando los climas extremos. “Las pruebas cálidas nos sirven para comprobar la funcionalidad electrónica y las de frío para verificar las distribuciones ópticas sobre la carretera y las acumulaciones de hielo”, añade.
DOS OBSERVATORIOS DE LUZ
Al entrar en el de Dark Sky Alqueva, Carlos Elvira se sorprende. “Es como entrar en nuestro túnel óptico”, exclama. Se refiere a los 40 metros de asfalto en el Centro Técnico de SEAT donde se recrean con exactitud las condiciones de conducción nocturna y en los que ellos también observan, aunque en su caso sus estrellas son, por ejemplo, los 340 LEDs que componen los faros y pilotos del nuevo León.
LA ESTRELLA DE LA FOTOMETRÍA
El LED, además de ofrecer mayor potencia lumínica y durabilidad y un menor consumo, da a los diseñadores de Iluminación de SEAT mayores posibilidades hacia dónde, cuándo y cómo dirigir la luz. “Los puntos clave para nosotros es asegurar una definición eficiente de la electrónica de control, un concepto óptico que permita obtener el máximo rendimiento y un equilibrio entre técnica y diseño para un resultado atractivo y seguro”, mantiene Elvira. Así es como consiguieron, por ejemplo, los 1,740 lúmenes de luz de cruce del León con un alcance de 70 metros, en su versión Full LED.
UNA MISMA ILUMINACIÓN ENVOLVENTE
Elvira también repara en la fina línea roja que rodea el observatorio de Alqueva. Con ella, el astrofotógrafo ilumina el espacio sin distorsionar su visión y sus fotografías. “Es exactamente igual que el arco de luz interior que hemos diseñado para el nuevo León”, comenta el experto en fotometría.
Un arco pensado, exactamente, con el mismo objetivo: iluminar sin deslumbrar ni distraer al conductor del foco principal, en este caso, la carretera. “Supuso un gran reto técnico, pero obtuvimos el máximo resultado funcional”, explica. Y es que además esta tira de LEDs se asocia al asistente de salida segura del vehículo, que avisa a los pasajeros si al abrir la puerta se aproxima un vehículo.
fahl