En un mercado cada vez más exigente, hipercompetitivo y cambiante, la internacionalización es una estrategia más para incrementar las ventas y buscar permanecer vigente, mitigando además los riesgos de la propia economía al poner toda tu inversión en una sola opción. Esta situación es la que vivieron muchas compañías con la llegada de la pandemia de Covid-19 y que buscan superar en este 2021.
Las empresas, sin importar su tamaño o trayectoria en el mercado, deben pensar en una expansión siempre con la claridad de contar con un producto o servicio sólido y con la ventajas competitivas de la compañía, del capital humano y la producción bien definidas, además de ofrecer un factor diferencial y precios competitivos.
Grupo Soluciones Horizonte (GSH), una de las principales compañía de talento humano en Colombia, señala que para lograr estos objetivos, es recomendable mirar de manera interna y externa el momento que vive la empresa, a través de herramientas conocidas y prácticas, como un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) y una matriz de riesgos. Además, la compañía debe encontrarse sana financieramente y determinar cuales son los recursos con los que cuenta para afrontar este reto.
Para detectar cuál es el mejor lugar para desembarcar, se requiere explotar la información sobre las variables del mercado al que se quiere llegar que ofrece la era digital, y realizar estudios de mercado que engloben análisis políticos, económicos y sociales; así conocer sobre los acuerdos internacionales.
“Es necesario saber con claridad quién se mueve en el mercado, qué nuevos competidores podrían llegar, qué proveedores son especialmente fuertes, qué clientes compran y en qué cantidades, qué peligro hay que nuestro producto se reemplace por un sustituto. Una buena preparación con mucho juicio”, considera Andrea Villamizar, CEO de GSH.
Para la especialista en áreas de recursos humanos, también es importante que, para expandirse, la empresa interesada tenga claridad sobre la competencia -tanto directa como indirecta- en cuanto a costos, alcances y facilidades, para determinar qué valores agregados puede aportar al mercado objetivo.
“Por último, se requiere plan estratégico de internacionalización; hay que construir la estrategia más apropiada para lograrlo en el menor tiempo posible, asertiva y confiable mediante un softlanding, un servicio para aterrizar el negocio de manera suave y segura, con mayor conocimiento del mercado y de normas y políticas legales, laborales y fiscales, que son las principales barreras en los nuevos destinos.
“Un buen softlanding es la mejor manera de optimizar la inversión del proyecto. Su principal ventaja es acelerar el proceso, mientras te concentras en lo que mejor sabes hacer. También puede ofrecer un domicilio fiscal y espacios colaborativos, como es el caso de Grupo Soluciones Horizonte, lo que implica que menores gastos respecto a oficinas, que en algunos casos son la última prioridad”, agrega Villamizar Giraldo.
En los últimos años, con apalancamiento de programas internacionales de aceleración, empresas con base tecnológica y servicios innovadores (Platzi, Shippify y Rappi, por ejemplo), han llegado a nuevos mercados en tiempos muy cortos, con presencia comercial u operación propia, debido a que permiten cubrir necesidades de la región, como ocurre en Colombia.
“Colombia es un mercado atractivo y será el segundo país que más crecerá de la Alianza del Pacífico. Según el Banco Mundial, junto a Perú, Colombia liderará el crecimiento económico con una proyección del 4,9%. Hoy somos el cuarto país dentro del Índice de Competitividad Global y ocupamos la misma posición como el destino más amigable de Latinoamérica para hacer negocios. Además, por la depreciación de nuestra moneda, hace que sea mucho más económico para empresas extranjeras establecerse acá”, afirma la directora de GSH.
Entre los servicios de softlanding con los que cuentan empresas como Grupo Soluciones Horizonte, destacan toda la vertiente de la gestión del talento humano (atracción, valoración, selección, payroll, seguridad social, desarrollo, talent marketing, etc.) y el acompañamiento en la constitución del negocio y en la construcción de la estrategia corporativa y plan de comunicaciones, para garantizar que, desde el día uno, la empresa logre adaptarse a una nueva cultura. Todo, a costos asequibles.
ica