Talea de Castro, cuyo nombre significa ladera con patio, enclavado en la Sierra Norte de Oaxaca, es un municipio que hasta la fecha se mantiene libre de Covid-19.

Su disciplina, unidad y trabajo coordinado ha permitido que, a casi diez meses de la emergencia sanitaria, ni un solo contagio tenga registro entre sus habitantes.

La localidad sigue siendo un municipio de la esperanza; inicialmente se habían catalogado 213 lugares de la entidad en esta circunstancia y se redujeron a 48. Talea de Castro es uno de ellos.

En abril de 2010, cuando en Oaxaca se expandieron los contagios del nuevo virus SARS-CoV-2, las autoridades de este municipio decidieron cerrar sus accesos e instalar filtros sanitarios.

Con ello, mantuvieron vigilancia y controlaron el ingreso y salida de sus habitantes, pero sobre todo de personas foráneas y de familiares de los habitantes, que ya no residen en el lugar, con el fin de evitar que utilizaran la comunidad como un refugio temporal.

Aunque las medidas causaron algunas inconformidades, dieron resultados, ya que hasta el momento siguen sin contagios, a pesar de que Oaxaca se mantiene en semáforo naranja, con riesgo alto.

La comunidad no ha relajado sus medidas, pues aunque paulatinamente ha reanudado actividades e ingresado a la Nueva normalidad, mantiene activos los filtros sanitarios y las medidas preventivas permanecen estrictas en las oficinas instaladas en el municipio, como Telecom y CFE, entre otras.

El impacto y las enseñanzas

Edén Martínez Santibáñez, tesorero municipal, sostuvo que las medidas sanitarias impactaron directamente en la economía del municipio, pues las medidas redujeron la movilidad de personas y, en consecuencia, también el flujo de dinero en el comercio interno.

Por contraparte, la pandemia ha dejado una enseñanza fundamental, pues la comunidad fortaleció las actividades agrícolas.

“La gente volvió al campo a sembrar sus productos para consumo interno, lo que se estaba perdiendo”, señaló el edil.

Agregó que notaron que es muy importante la soberanía alimentaria, por lo que la gente se enfocó a la siembra de maíz, hortalizas y el café, que es uno de los motores de la comunidad. Además, a través de las asambleas comunitarias se dio el fortalecimiento de la toma de decisiones y el respaldo de las autoridades para trabajar en torno a un tema desconocido para todos, pero con la posibilidad de arrebatar vidas y desintegrar familias.

Radio comunitaria, una vía esencial

A través de la radio comunitaria, a la comunidad se le sigue informando sobre las recomendaciones sanitarias para que no bajen la guardia.

La radio inicialmente sirvió para brindar información, e incluso el personal médico del municipio participó para hacer las recomendaciones sanitarias necesarias e informar qué es el virus SARS-CoV-2 y los síntomas que se presentan.

“Desde el correcto lavado de manos, hasta la importancia de portar cubrebocas y proteger a grupos vulnerables”, detalló Martínez Santibáñez.

 

Sierra inmaculada

1,140 casos positivos en la sierra de Oaxaca, jurisdicción con menor índice.
213 municipios se mantenían sin contagios hasta mediados de mayo de 2020.
5 veces se redujo esa cifra, con 48 localidades actualmente.

LEG