Ángel Álvaro Peña

Cuando las elecciones pasen nadie va a querer adquirir una sola vacuna. Esta inmunización se ha vuelto bandera de los adversarios de toda expresión oficial contra la pandemia.

Hay quienes van a Estados Unidos, se vacunan y aseguran que su país no se las pudo administrar y aprovechan para criticar a la actual administración pública, cuando en realidad quienes merecen críticas son esos personajes.

Lo mismo el conductor de televisión Juan José Origel, que el exalcalde de San Pedro Garza García, Nuevo León, Mauricio Fernández Garza, entre otros personajes han viajado a Estados Unidos a vacunarse porque no pueden esperar a su turno correspondiente. Es decir, sus privilegios identificados con el pasado, los hacen valer con el poder económico que poseen.

Ante esta caravana de migrantes con dinero y  sin sentido de la solidaridad, que va a Estados Unidos a hacer largas filas para su inmunización en un éxodo más parecido a los refugiados hondureños que al turismo de vacunación, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció que de ahora en adelante los residentes de esa entidad tendrán prioridad para vacunarse y los migrantes con visa con deseos de inmunización deberán esperar porque no cuentan con la cantidad de vacunas necesarias para este tipo de invasión.

Sin necesidad de ser residentes o tener la doble nacionalidad, algunas personas con familiares o propiedades en ese país y hasta quienes se organizaron unas vacaciones largas allá, están aprovechando para vacunarse ante la “falta de certeza” del Plan de Vacunación Nacional en México. En Texas y California tomarán las mismas medidas.

Quienes tienen posibilidades de vacunarse en otro país garantizan de mejor manera el éxito que viene anotándose la Cuarta Transformación en la administración de vacunas, situación que no perdonan algunos comentaristas políticos convertidos, de la noche a la mañana, en especialistas, virólogos y epidemiólogos.

Así, la miopía y el enanismo de algunos de esos expertos improvisados aseguran que, si en países como Alemania, Italia o España están mal, cómo estará México; acostumbrados a ver a nuestro país, su país, como un hermano menor, un país con retraso mental o simplemente como un gran perdedor en la carrera por la salud y la vida. Lo cierto es que México despertó y esto provocó en el gobierno una dinámica diferente a la acostumbrada, quienes están acostumbrados a vivir en el subdesarrollo, siempre serán poco desarrollados porque lo tienen como tradición y no pueden ver a su país destacar en nada que no sea boxeo, porque se hacen más pequeños aún.

Lo que debe subrayarse es el hecho de que, para mediados de este año habrá millones de mexicanos vacunados, aplicación que se ha venido realizando con puntualidad y según lo previsto por el gobierno, lo cual seguramente dejará sin argumentos a más de un adversario que adoptó el tema de las vacunas como bandera política ante la carencia de mejores argumentos.

Por si fuera poco, la competencia industrial entre los laboratorios farmacéuticos intensifica la desconfianza de quienes sólo leen los encabezados de los periódicos y no terminan de leer la información adecuadamente. El ejemplo de la vacuna de Pfizer, cuya confianza y calidad es cuestionada por un “especialista” de Oxford, da cuenta de la competencia entre empresas de diferentes países que no compiten por la cura sino por los millones de dólares que implica vender la vacuna por grandes cantidades.

Si Pfizer es de Estados Unidos y comenzó a vender vacunas, el Reino Unido crea a un especialista para defender al laboratorio inglés AstraZeneca, que descalifica a su competidora.

Ante este escenario, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard anunció que el mecanismo Covax detallará el abastecimiento de vacunas a México, en los meses de febrero y marzo.

No deja de llamar la atención la propuesta de un opositor político de esperar a aplicar la vacuna hasta después de las elecciones, lo cual implica aumentar el número de muertos, mostrando esa beligerancia salvaje de una oposición irracional que ve el poder como un fin en sí mismo.

Ante esta realidad, senadoras de Morena, integrantes de la Comisión de Salud, exigieron al PAN y sus gobernadores que dejen de lucrar electoralmente con el Plan Nacional de Vacunación, ya que “del golpeteo político han pasado a una estrategia criminal”, con rumores y noticias falsas para tratar de incidir en que la población se oponga a la aplicación de la vacuna contra el Covid-19 adquirida a Rusia.

La senadora Malú Micher, resaltó que una situación de emergencia, como la que enfrentan México y el mundo, “no está para burlas, inventos, mediocridades y mucho menos para politiquería”. Porque en realidad la intención de algunos opositores es la de que muera más gente para tener en esa cifra un argumento más para cuestionar la estrategia del gobierno federal ante la pandemia. PEGA Y CORRE. – La visión del PRI, siempre a destiempo y sin fundamento en la realidad, afirma ahora que si el presidente Andrés Manuel López Obrador destinara al sector salud los 36 mil millones de pesos que ha canalizado para la construcción del Tren Maya, se comprarían 400 millones de vacunas que servirían para vacunar hasta tres veces a todo el pueblo de México. Parecen ignorar que el Tren Maya es una inversión mixta, no sólo del gobierno. El PRI sigue en el balbuceo político… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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