Las nuevas medidas para la apertura parcial de negocios tomadas de manera descoordinada entre autoridades capitalinas y mexiquenses, podría maximizar los contagios de Covid-19 porque provocará mayor movilidad de una entidad a otra, alertó la Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM).
El director general de esta agrupación, Francisco Cuevas Dobarganes, recordó que en diciembre hubo voluntad de los Gobiernos de la CDMX y Edomex para que las acciones fueran coordinadas y ello, se ha reflejado en la disminución de la movilidad y el aplanamiento de esta nueva curva epidemiológica en los últimos días.
Sin embargo, ahora cada entidad federativa dicta medidas descoordinadas, y actúa como si no se tratara de una megalópolis y fueran geográficamente distantes e independientes.
“El que las plazas comerciales abran en el Estado de México y cierren en la CDMX, implicará que haya movilidad de las delegaciones capitalinas hacia los municipios mexiquenses; el que los restaurantes del Edomex cierren los fines de semana y los capitalinos no, tendrá el efecto inverso”, apuntó el director de la Unión.
Para el dirigente industrial, el hecho de que las dos demarcaciones actúen sin coordinación, sólo maximiza los contagios al haber más movilidad y concentración de personas en lo pocos negocios abiertos y en contraparte, afecta la actividad económica en la entidad que tiene cierres; es decir tiene altos costos en la salud y la economía, y mínimos beneficios tangibles.
No obstante, reconoció el anuncio del gobierno estatal para iniciar una reapertura parcial de negocios y plazas comerciales, ya que buscan dar un respiro a determinadas actividades comerciales que ya se encuentran en estado financiero crítico.
“Las autoridades tienen una posición muy complicada, en la que deben de mediar entre privilegiar la salud o la economía. Es tanto el tiempo que lleva esta pandemia y tan deficiente la manera en que manejó el problema en el país, que ahora tenemos un máximo nivel de contagios con una afectación económica sin precedentes”, sostuvo el líder empresarial.
“El que se permita abrir de manera restringida a algunas actividades formales, ayudará a dar un respiro y disminuir el riesgo de que cierren definitivamente. Entre la mayoría de la sociedad, se tiene la percepción que las empresas formales tienen recursos y capacidad de financiamiento ilimitados, pero la realidad es que ya tienen pasivos laborales, con arrendadores, con proveedores, fiscales y bancarios que comprometen su viabilidad”.
“Tarde o temprano esa situación terminaría por quebrar a una gran cantidad de empresas, instituciones y familias, ya que se romperían las cadenas de proveeduría y hasta se terminaría por afectar sensiblemente la recaudación; posteriormente algunos sectores industriales también saldrían muy afectados, tales como el textil, mueblero, zapatero, de electrónica, línea blanca, entre otros”, apuntó Cuevas.
Con la apertura parcial, las plazas comerciales que cerraron desde el 18 de diciembre, ahora tendrán la oportunidad de promover ventas, que les permitirán que algunos que sus inquilinos desplacen inventarios, ello les dará cierto grado de liquidez con el que podrán, al menos, pagar sus compromisos laborales.
El también abrir gradualmente algunas actividades de gobierno en el Estado de México, permitirá que los trámites no se sigan acumulando y provoquen una parálisis administrativa, puntualizó.
fahl