El gobierno de la denominada Cuarta Transformación, encabezado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ha empeñado en combatir la infodemia, es decir el incremento de noticias falsas que generan incertidumbre y desinformación; sin embargo, como ya es su costumbre, no reconocen que ellos son parte del mal que tanto buscan combatir.
Durante toda la pandemia, las autoridades mexicanas han generado confusión con la poca claridad para comunicar sus mensajes e incluso, han caído en contradicciones en torno a los diferentes temas como tratamientos, medidas de prevención, cifras, datos, la compra de vacunas y ahora la enfermedad del primer mandatario.
Hace ocho días el presidente informó a través de las benditas redes sociales, que había dado positivo a Covid-19 y por lo tanto permanecería aislado y atendiendo asuntos de Estado desde su departamento en Palacio Nacional; sin embargo, la falta de información sobre su tratamiento y su ausencia de los reflectores, hicieron que comenzara la especulación en torno a su estado de salud.
Hay quienes no creen que esté enfermo de Covid, otros dicen que tuvo una embolia, algunos más que su estado era crítico; mientras que las autoridades federales sólo atinaron a decir que por respeto a su intimidad no darían a conocer detalles de su estado de salud, olvidando que se trata del presidente y por la investidura, el hombre más importante y más público del país.
Fue hasta el viernes, cuando el Ejecutivo federal salió en un video grabado en Palacio Nacional, sin cubrebocas y un buen semblante a decir que estaba bien de salud. Y aprovechó para seguir presumiendo lo que no se tiene: las vacunas contra Covid-19.
Y es que justo cuando México pasó al tercer lugar de muertes por Covid, cuando el nivel de ocupación hospitalaria está al tope, los crematorios fueron rebasados y la escasez de oxígeno ha llevado incluso al robo de tanques; el presiente salió a extender otra cortina de humo: presumir que el nivel de contagios está bajando, que México va muy bien y que se tienen vacunas para todos.
Pero se le olvidó aclarar que, México tiene casi un millón y medio de contagios por Covid-19, alrededor de 160 mil muertes y desde el pasado 19 de enero no se ha sumado una sola vacuna más a las 766 mil 350 que envió Pfizer, y que en su mayoría ya han sido aplicadas.
No cabe duda que si en algo es experta la Cuarta Transformación, es en la opacidad y en tender cortinas de humo.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
Expertos en salud, recomendaron a las autoridades hacer un alto en el camino y adecuar la estrategia de combate al Covid-19, entre ellas, hacer obligatorio el uso de cubrebocas desde la cúpula del país, ¿Será que ahora sí, López-Gatell se tomará en serio las recomendaciones, que de haberlas seguido desde el inicio de la pandemia hubieran evitado el contagio de su jefe, el presidente?