Si, la cancelación de vuelos provenientes de Canadá es un duro golpe para la economía de México sobre todo para la turística. Pero ¿Qué se está haciendo bien o mal en México? ¿Qué hará el gobierno de México para resarcir el hueco económico de 782 millones de dólares que dejan esos visitantes más allá de “hacer votos” para que Canadá recule?
¿De qué forma se va estimular aquí el turismo interno? ¿Nos alcanza el turismo doméstico para cubrir ese boquete económico que dejarán los canadienses? ¿Es más, es momento para seguir pensando en viajar dado que el mes de enero ha sido el más letal de todos? ¿Debemos animarnos a seguir viajando por placer o de plano esperar a que amaine la pandemia?
Pienso que el gobierno de Canadá tomó una medida más bien de salud y no tanto política, – que a la larga terminó siendo política – acá en México muchos son los que se ya han desgarrado las vestiduras por ello, hay de todo, desde los que piensan que Canadá exagera y otros que han dicho abiertamente que apliquemos reciprocidad pero, debemos serenarnos un poco y reflexionar el verdadero centro del problema.
Creo que el centro del problema es la imagen que México da, de entrada no creo que haya sido una decisión tomada la ligera, algo habrá tenido que ver la imagen pública que nuestro país brinda al mundo, con un tasa de contagios de las más altas y con un altísimo número de fallecimientos que rondan los 160 mil caídos en cifras oficiales, esta imagen que sale de México no ayuda en nada, porque ahora países como España que considera a México “país en riesgo”, Cuba y la Unión Europea se han sumado al endurecimiento también contra México.
Otros países con restricciones totales o endurecidas a pasajeros provenientes de México son Colombia, Uruguay, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Rusia, Sudáfrica, Arabia Saudita, China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
Que las autoridades de México “hagan votos” para que el gobierno de Canadá reconvenga su veda aeronáutica o que Miguel Torruco declare al turismo como “actividad esencial” suena hasta cierto punto tibia y ridícula, eso no nos exonera del tratamiento que se la ha dado a la pandemia en nuestro país, es más eso no ayuda; al contrario nos empobrece más, porque se lo dejamos todo a las “buenas voluntades” pero no a nuestra capacidad de solucionar con acciones concretas como lo hacen la mayoría de los países.
México por su parte desde que inició la pandemia, ha rechazado el cierre de fronteras como medida de contingencia. De hecho, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), México fue el tercer país más visitado del 2020, cosa que no sabemos si es una virtud o una tremenda vergüenza ya que hasta el secretario de turismo envió ese dato en sus comunicados.
Nada podremos hacer mientras los números sean tan fríos y contundentes, el mes de enero ha sido el más trágico, México cerró enero con un registro de 32 mil 729 muertes, siendo el peor mes de la pandemia en México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud el mes pasado se registraron una de cada 5 muertes que han ocurrido en México desde el inicio de la pandemia.
Si le sumamos que la tasa de vacunación es muy baja y que hoy no asciende ni al 1 % de los mexicanos, que las vacunas se nos proveen a cuenta gotas, que siguen los dimes y diretes acerca de los métodos que el gobierno emplea para organizar el plan de vacunación en México, que la página de registros de vacunación se cae por no soportar tanto tráfico y para colmo hasta el presidente AMLO ha resultado positivo por Covid 19, todo eso sin duda va menoscabando nuestra imagen en el orbe sin que nadie haga nada por componer.
Entonces ¿Por qué Canadá nos cierra sus fronteras aeronáuticas durante tres meses? Por su parte ellos tienen arriba de 769 mil casos de coronavirus y casi 20 mil fallecidos y al igual que en México han experimentado aumentos considerables de casos de coronavirus desde diciembre, es por eso que el primer ministro Justin Trudeau quiere desincentivar a los viajeros cuando dice “que ahora no es el momento de volar” impondrá pruebas sanitarias, multas y cuarentenas con costos a los bolsillos de los viajeros para desalentarlos todavía más.
De tal forma que pienso que en la medida que México maneje mejor la pandemia y vacune más rápido puede aspirar a que estos países den marcha atrás en sus decisiones de restringirnos, solo así y no con comunicados de reproches y buenas voluntades lo vamos a lograr.
Me da la sensación de que mientras México sigue abierto así como si nada, algunas naciones del mundo como Canadá ya nos están cerrando la puerta casi en la nariz.