El saldo de la gestión de Billy Álvarez durante 32 años al frente de la Cooperativa Cruz Azul fueron siete personas que pisaron la cárcel y presuntamente graves crímenes, afirmó el departamento legal de la cooperativa.
Por cuestiones de seguridad, el abogado que proporcionó la información pidió quedarse en el anonimato, ya que cuenta con varias amenazas de muerte, tras haber ayudado a liberar a los socios cooperativistas, víctimas de la persecución.
Gloria con sangre derramada…
La directiva está conformada por los Consejos de Administración y Vigilancia presididos por José Antonio Marín y Víctor Velázquez, quienes también son socios de la cooperativa, mismos que participaron en esta lucha.
Sin embargo, para llegar a donde hoy en día la cooperativa está, junto a los 50 socios que estuvieron en esta disputa, se vieron obligados a pisar la cárcel al menos siete de ellos, tan sólo Víctor Velázquez fue demandado penalmente 15 veces en cinco años.
Los cooperativistas no fueron los únicos que sufrieron hostigamiento y amenazas, sino también sus familias. A Velázquez “le intentaron meter violación, trata, delincuencia organizada, fraude, lavado de dinero”.
“La primera vez que le dijeron te denunciaron, se shockeó, ya las últimas decía ‘¿y ahora qué es?’ cuando lo denunciaron de trata, estos bandidos fueron a la escuela de su hija a pegar pósters de ‘se busca violador’, a su esposa un día saliendo de su casa se le cerró un coche, y con pistola le dijeron ‘dile a tu pinche esposo que le baje de huevos’ iba con un niño chiquito atrás”.
“Los metieron a la cárcel, los sacaron a patadas, no los dejaban entrar, no le pagaban durante años, le metían de su bolsa a los abogados, entre ellos hacían fondos para apoyarse”.
Aparentemente, Billy se dio cuenta de que todos sus esfuerzos fueron en vano, en la asamblea del 29 de septiembre de 2018, cuando los socios cooperativistas ganan las presidencias y consejos.
De 2018 a 2020 fue la batalla principal y más fuerte, “entraron los consejos con mandato judicial, con fuerza pública y con las órdenes de aprehensión”.
Pero la riña continuó, arrebatando la vida de uno de los socios, Oliverio Guerrero Trujillo, quien empezó hace cinco años “de los primeros que iban a mi despacho, murió por la cooperativa en octubre, lo mataron cuando entramos en la toma”.
Finalmente, la cooperativa ya es de los cooperativistas, tras más de tres décadas buscando desencadenarse de la tiranía de Álvarez, quien tiene orden de aprehensión junto a más de 20 personas y está prófugo.
“Esto es igual de lucrativo que un cártel de droga, por eso lo están defendiendo como tal”.
Los cimientos de la cooperativa
La historia de la cooperativa inició cuando sus fundadores de origen se fueron a la quiebra, y posteriormente, el gobierno absorbió a la empresa, que en 1934 legalmente se hizo propiedad de los 192 trabajadores de la cooperativa en el estado de Hidalgo.
“Si tu vas a la cooperativa y ves el monumento a los 192 socios, vas a ver que realmente no hay 192 socios, sólo 191, porque el primer socio, que fue fundador y Director General, fue Arcadio Hernández y dicen las malas lenguas que comenzó con cierto autoritarismo y que él; incluso, creó una planta de la que se adueñó, entonces la persona que le quita ese puesto de director general, es Guillermo Álvarez Macías, el papá de Billy”.
Guillermo Álvarez padre presidió la cooperativa por un periodo largo, y narran socios ya retirados que era un “tirano”.
Otro de los relatos es que en tiempos del mandato de José López Portillo, un 18 de diciembre de 1976, muere el padre de Billy, justamente en una visita del presidente a la planta de Hidalgo, sin embargo, nunca se esclareció lo que pasó, como ocurrió con el candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio.
“Ahí siempre hay una especulación de si se murió, lo mataron o qué pasó o cómo pasó, pero nadie confirma nada”, afirmó el litigante.
No inmediatamente después de la muerte de Álvarez Macías, llega su hijo al poder, pues en 1976, Joel Luis Becerril Benítez se vuelve el nuevo Director General y se quedó hasta 1988, donde se implementó una transformación dentro de la cooperativa, en la que señalan que fueron los únicos tiempos gloriosos hasta ahora, cuando se respetaba la ley.
El jurista explicó que la ley general de sociedades cooperativas contempla la figura del director general, pero únicamente si se trata de cooperativas de ahorro y préstamo, sin embargo; esta es una de producción, por lo que la figura del director general es completamente ilegal para este tipo de empresas, y la máxima autoridad contemplada en la ley es el Consejo de Administración y el Consejo de Vigilancia.
La figura de director general sólo podría durar en la cooperativa por 10 años como máximo, pero es un puesto con mucha ambigüedad, ya que hubo más de mil 500 socios, por lo que terminaba siendo nada para nadie.
“Está facultado que el presidente del Consejo de Administración durará en su cargo cinco años, que pueden ser prorrogables por otros cinco años; entonces esta figura cumplió su periodo de acuerdo a la ley”.
Pese a la existencia del Consejo de Administración y Vigilancia, la cooperativa nunca fue regida por estos, pues siempre se propició que una persona estuviera a cargo, ya que era más fácil “desaparecer dinero” sin que nadie se de cuenta, cuando sólo uno está a cargo a comparación de varios.
“Billy Álvarez” quedó al frente de la cooperativa en 1988 para iniciar su cargo de 32 años, ya que siempre estuvo dentro de la organización por ser uno de los hijos de los socios legendarios.
“Él antes de ser director general, pasó por la dirección comercial, y previo estuvo en la dirección financiera; entonces, dicen que ahí dio muchas dádivas, para cuando llegó a director general, a pesar de que había una voz de socios grandes que no lo querían, logró que lo eligieran director general y como resultado, los consejos fueron alternados con su familia o allegados”, señaló el abogado.
“Les pagan el sueldo del puesto que tenían antes de ser elegidos para el consejo, incluso, ahorita no vas a encontrar una oficina de consejos, no existe, porque esta empresa se fue creando a modo de dictadores”.
La cooperativa tiene la sección Hidalgo, donde inicia todo, “es la emblemática”, pero varios años después surgió otra sección en Oaxaca y después la de Ciudad de México, donde están las oficinas centrales.
“Digamos que el cerebro de la cooperativa está aquí y el corazón y los pulmones son las plantas, aunque hoy en día también hay plantas en Puebla y Aguascalientes, pero no son secciones, porque no proceden de la cooperativa, sino de empresas filiales”.
¿Qué pasó?
De 1988 al 2009, Billy logró hacer todo lo que hizo sin objeción alguna, ya que todos los hijos y nietos de los socios fundadores estaban en plantas haciendo lo que sus familias prácticamente les enseñaron antes de aprender a gatear, aprovechando que las cementeras trabajan los 365 días del año las 24 horas.
“Durante mucho tiempo nadie se dio cuenta que en México había una persona viendo cómo se robaba lo que encontraba y lo que no, también, hasta que en 2009 viene el primer problema, que es quien empieza a destapar la cloaca, el hermano de Billy, Alfredo Álvarez”.
Entre los rumores que sólo saben los que han estado dentro de la empresa y por tantos años, “lo que se había pactado al interior de la familia Álvarez, es que Billy sería director general 10 años, después Alfredo, su hermano, después el hijo de alguno de ellos otros 10 años, y después el otro hijo de ellos otros 10 años”, es decir, sería un sin fin de la familia Álvarez.
Al parecer, lo que pasó es que el cuñado, quien también estaba metido en la empresa, Víctor Garcés, que está casado con una hermana de Billy y Alfredo, hizo de las suyas, porque quería parte del negocio.
“Garcés empezó a calentar a Alfredo para él entrar en la sucesión del linaje de los Álvarez”.
Como resultado, Garcés y Alfredo hacen una reunión, en el auditorio de la planta de Hidalgo, con Carlos Terroba Wolff, un financiero que se había contratado en la sección de CDMX y este empezó a dar con lujo de detalles todas las acciones fraudulentas de Billy, millones de dólares de los seguros habían sido desviados a paraísos fiscales.
“El seguro de las plantas vale aproximadamente ocho millones de dólares al año y ellos los compraban en 34 millones de dólares, desviando el resto”, lo que es lavado de dinero en su máxima expresión.
En respuesta a esto, Alfredo comanda un grupo de socios que se hacen llamar los 20’s e inician un movimiento con denuncias y demandas para derrocar a Billy de la presidencia.
Hay que entender que Álvarez se volvió una moneda intocable debido a que estuvo muy metido en la política, fue diputado en Hidalgo, e incluso, le ofrecieron ser gobernador, sin embargo; debido a los millones que debía seguir metiendo a la lavadora en CDMX se negó al cargo, además, de que el equipo de futbol fue un pretexto de relaciones con muchas personas de gran importancia, teniendo una caja de recursos inagotables.
El legista relató que cuando iniciaron las denuncias, Billy dio cantidades gigantescas en sobornos, así como contrató todos los despachos que terminaron por matar todos los temas penales y de lavado de dinero que surgieron en su contra.
Pero aquí la noticia agridulce para Guillermo, y es que pese a que todo lo demás fue tirado, hubo uno que “se ventiló” en un tribunal federal civil, fue justamente una demanda donde dicen que el director general es una figura ilegal de acuerdo a la ley general de sociedades cooperativas, llegando a la corte y se confirmó que en efecto esta figura de Billy no procedía en 2013.
Desde 2013 a 2020, Billy gobernó la cooperativa por debajo de la manga, ya que hubo un tribunal que le había dictado que no podía continuar.
Esta revolución dentro de la cooperativa fue una lucha que duró desde 2009 a 2013-14, generó un despertar para que la gente empezara a preguntarse cosas, por lo que hubo una revuelta que permitió que el hermano saliera de la dirección comercial, entre otras personas clave.
Fue ahí cuando llegó la luz al final del túnel, pues aparecieron en esta telenovela, Víctor Velázquez en la dirección comercial, Juan Manuel Briseño, entre otros socios que hoy en día figuran.
Estas personas, no siguieron a Billy como él creía, por lo que en un grito desesperado, intentó excluir a estos 20 socios que lo demandaron, sin embargo, terminó comprándolos junto con su hermano y su cuñado en el paquete y se convirtieron en el “grupo armado” de Álvarez.
Cabe mencionar que esta gente eran personas que ya contaban con un expediente de dudosa procedencia, con fraudes y robos dentro de la planta.
Y es que, aunque Garcés nunca volvió como tal a la cooperativa, siempre estuvo vinculado desde afuera en apoyo de Guillermo.
“Casualmente cuando algo jurídicamente no les convenía, el cuñado estaba demandando para que Billy dijera ‘yo no fui, fue Garcés’ pero todo hacía mucho sentido, era demasiado preciso”.
En 2015, en una asamblea de socios, Álvarez mete una “alianza estratégica” con grupo Nacer, fue ahí cuando “Víctor Velázquez que estaba en la dirección comercial y entendía de negocios paró esto, resaltando que ‘no es una alianza estratégica, nos están queriendo comprar el 45% de los activos de la cooperativa’, obviamente no se aprobó, de hecho ahora que entramos, encontramos que en efecto está la carta de esa intención de compra, lo que más bien parece es que Nacer fue fachada para que fuera la cara para que Billy comprara y se consolidara como el dueño de la cooperativa”.
Incluso, para que esta compra con fachada fuera un éxito, es cuando entra Garcés, buscaba a los socios ofreciéndoles un millón de dólares por aceptarla.
En este mismo año, Juan Manuel Briseño de la Dirección Financiera, fue quien comenzó a destapar las miles de facturas que no se reconocían y ahí es cuando el grupo de socios se quitaron la venda de los ojos, ante ésto, Billy respondió fabricándoles delitos, para así poder deshacerse de ellos.
“Casualmente alguien que no existe denunció a Velázquez, lo agarraron y lo metieron a la cárcel en Veracruz: ni el denunciante ni testigos existían; hasta el papel estaba falsificado”.
Llueven las denuncias penales
“Comienzan los encarcelamientos y en puros lugares extraños, a otro lo denunció de trata de personas, que casualmente era una ahijada de Alfredo”.
En donde su plan falló, fue que Alfredo y Garcés hacían minutas de sus reuniones describiendo cómo iban a meter a la cárcel a tal, en dónde, qué le iban a decir, ‘tenemos que comprar al perito’ y todo está de puño y letra de ellos en las oficinas de CDMX.
¿Una Estafa no tan Maestra?
Ya que Guillermo no pudo vender la cooperativa en 2015, decidió robarla, pero la realidad es que la cooperativa, ya no era de los cooperativistas, hasta ahora es que fue recuperada.
En 2016, asesorado del abogado, Ángel Junquera Sepúlveda, quien está en las órdenes de aprehensión, crean un fideicomiso, mismo que fue bautizado como ‘Fondo de Pensiones y Jubilaciones’, al que en un inicio lo valuaron por tres veces los activos de la cooperativa, “nadie sabe por qué tres veces”, lo que es cierto es que costó 90 millones de pesos.
Junquera Sepúlveda cobró dos mil millones de pesos por crear dicha figura, además, en el fideicomiso se aportaron todos los activos de la cooperativa, ‘esto era un cascarón desde 2016’ que valuados eran más de 42 mil millones de pesos.
“Todo el mundo habla de la Estafa Maestra, el mayor acto de corrupción, el mayor robo, pero la estafa fue siete veces menos que ésto. De un golpe se robaron 42 mil millones de pesos, además, los gastos de administración del fideicomiso los pagaban de aquí, además, le pagaban renta a ese fideicomiso por usar los activos de la cooperativa, y los que estaban en el comité fiduciario, mismos que tenían el control del fideicomiso eran Billy, su hijo y su grupo de allegados, ocho personas”.