La minera brasileña Vale pagará el equivalente de unos 7 mil millones de dólares por los daños causados por el derrumbe de un dique minero en enero de 2019 en Brumadinho (sudeste), que dejó 270 muertos y devastó la región, tras un acuerdo calificado de injusto por las víctimas.
El “mayor acuerdo de reparación firmado hasta ahora en América Latina”, según el Estado de Minas Gerais, totaliza casi 37 mil 700 millones de reales (7 mil 100 millones de dólares), que se destinarán a “proyectos de reparación socioeconómica y socioambiental”.
Las cláusulas estipulan, entre otros puntos, que Vale, uno los mayores productores mundiales de mineral de hierro, desembolsará 9.170 millones de reales en ayudas directas a los afectados, 6.550 millones en proyectos de “reparación socioambiental integral” y 4.700 millones en “proyectos de reparación socioeconómica” en la cuenca del río Paraopeba, severamente dañada.
Otros 4.950 millones de reales se destinarán a proyectos de infraestructura y servicios de movilidad urbana en la región, 4.370 millones a mejoras de servicios públicos y 2.050 millones a obras de seguridad hídrica.
La suma global incluye unos 5.890 millones ya pagados en indemnizaciones.
Según el gobierno de Minas, las sumas acordadas representan “solo una estimación” de daños, que “puede ser ampliada en caso de necesidad”.
El monto es muy inferior a los 55.000 millones de reales que pedía el estado, incluyendo 28.000 millones por daños morales.
“Muchas iniciativas seguirán implementadas por la propia Vale y otras estarán a cargo del Estado y sus instituciones, con recursos suministrados por Vale. Reconocemos nuestra responsabilidad y compromiso con la reparación integral, de forma solidaria con personas, familias, comunidades y territorios afectados”, afirmó Marcelo Klein, director especial de Reparación y Desarrollo de la empresa.
El pacto no supone el cierre de las “acciones legales individuales que buscan indemnizaciones” o de tipo criminal, precisa el documento de las autoridades de Minas.
Hace un año, la justicia brasileña aceptó enjuiciar por homicidio y daños ambientales a 11 funcionarios del grupo minero, entre ellos el expresidente Fábio Schvartsman, y a cinco de la firma alemana de evaluación de riesgos TÜV SÜD.
“Un acuerdo absurdo”
El acuerdo se firmó en el Tribunal de Justicia de Minas Gerais (TJMG), frente al cual se congregaron decenas de afectados por la rotura del dique para protestar por unas indemnizaciones que consideran insuficientes.
“El valor negociado no cubre el daño causado a todas las familias, las muertes, y especialmente la destrucción ambiental de la cuenca. Es un acuerdo absurdo. Quien está ganando es Vale” con los millones que se ahorró respecto a lo que pedía el estado, declaró Joceli Andrioli, coordinador del Movimiento de Afectados por los Diques (MAB por sus siglas en portugués).
Andrioli reclamó que “en el acuerdo no participaron los afectados” y anunció recursos ante el Supremo Tribunal Federal (STF).
La abogada Ísis Táboas, de la ONG Asociación Estatal de Defensa Ambiental y Social (Aedas), dijo que el pacto viola “el principio, consagrado internacionalmente, del papel central de las víctimas” en los procesos.
“Ese acuerdo puede ser bueno para nosotros o no. Si el gobierno toma todo ese dinero y lo coloca en otras obras, aquí no habrá nada”, dijo Geraldo dos Anjos, un comerciante de 31 años en Parque da Cachoeira, uno de los barrios de Brumadinho más afectados por el desastre.
El miércoles, con las primeras informaciones del acuerdo, las acciones de Vale en la Bolsa de Sao Paulo subieron un 3,16%. Este jueves, empezaron en alza pero la tendencia se revirtió y acabaron cayendo 1,26%, en tanto que el índice Ibovespa cedió 0,39%.
La tragedia ocurrió el 25 de enero de 2019, cuando el dique de la mina Corrego de Feijao, propiedad de Vale, reventó vertiendo millones de toneladas de residuos en cuestión de segundos en el municipio de Brumadinho, con un saldo de 270 muertos, 11 de los cuales permanecen desaparecidos.
El mar de lodo arrasó decenas de kilómetros, causando también un gran número de heridos y de desplazados, así como incontables daños en la fauna y la flora de la zona.
La de Brumadinho fue la segunda gran tragedia provocada por la rotura de un dique minero en menos de cuatro años en Brasil, propiedad de Samarco, una empresa conjunta de Vale y la angloaustraliana BHP.
La primera sigue siendo la de Mariana (Minas Gerais) en noviembre de 2015, que dejó 19 muertos y arrasó la cuenca del Rio Doce en un área equivalente a la de Portugal.
PAL