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Foto: AFP / Archivo Es la primera vez que un expresidente estadounidense es sometido a un juicio político, y el 13 de enero, el republicano se convirtió en el primer mandatario en ser sometido dos veces a un proceso de destitución  

El Senado de Estados Unidos decidió este martes avanzar con el juicio político contra el exmandatario republicano Donald Trump, tras rechazar los argumentos de su defensa de que el proceso era inconstitucional.

En una votación 56 contra 44 los senadores decidieron seguir adelante con el proceso contra el expresidente acusado de “incitación a la insurrección” por su rol en el violento ataque al Capitolio el 6 de enero pasado. Seis senadores republicanos votaron alineados con los demócratas a favor de la constitucionalidad del proceso.

Con un chocante video abre el segundo juicio político de Donald Trump

Con un chocante video, que yuxtapone encendidas declaraciones de Donald Trump con imágenes de sus partidarios irrumpiendo violentamente en el Capitolio, comenzó el martes en el Senado de Estados Unidos el juicio político contra el expresidente por “incitación a la insurrección”.

El magnate republicano, que dejó el poder el 20 de enero y reside en Florida, no comparecerá a declarar en su segundo proceso en el Senado. Y es muy probable que finalmente sea absuelto por la Cámara Alta, como ya lo fue hace un año.

Pero los demócratas aparecieron decididos a recordarle a los 100 senadores que sirven como jurados en el proceso, y a todos los estadounidenses, la violencia de la toma del 6 de enero, que dejó cinco muertos y pasará a la historia.

La imputación contra el 45° presidente de Estados Unidos se basa en “hechos “puros y duros”, dijo el congresista demócrata que lidera la acusación, Jamie Raskin, en la misma cámara del Senado en la que irrumpieron violentamente los manifestantes pro-Trump.

Durante varios minutos, sin emitir comentario, Raskin difundió un video poniendo en perspectiva las secuencias que ilustran el asalto a la sede del Congreso de Estados Unidos:

– El discurso de Trump llamando a sus miles de partidarios reunidos frente a la Casa Blanca a manifestarse “de manera pacífica y patriótica” hacia el Capitolio. “Nunca recuperarán nuestro país siendo débiles”, le dijo el entonces mandatario a la multitud.

– La solemne apertura de las sesiones legislativas para certificar la victoria de Joe Biden, rival de Trump en las elecciones de noviembre.

– Y las manifestantes rompiendo las vallas policiales y entrando al Capitolio, deambulando por los pasillos en busca de legisladores odiados, mientras que congresistas, senadores y el vicepresidente Mike Pence eran evacuados del Senado o se escondían en las galerías de la Cámara de Representantes.

Raskin también recordó que dos horas después del ataque, Trump tuiteó un video en el que decía que las elecciones habían sido un “fraude”, y, aunque pidió a los manifestantes que regresaran a casa, agregó: “Los amamos”.

Si estos hechos “no están sujetos a un proceso de acusación, entonces nada lo está”, concluyó el legislador.

 

Aquí puedes acceder al en vivo del juicio político contra el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump

Bajo fuertes medidas de seguridad, el Senado de Estados Unidos se apresta este martes a inaugurar el segundo proceso de destitución contra Donald Trump, acusado “incitación a la insurrección” en el violento ataque al Congreso.

Es la primera vez que un expresidente estadounidense es sometido a un juicio político. Y el 13 de enero, el republicano se convirtió en el primer mandatario en ser sometido dos veces a un proceso de destitución, luego de que la Cámara de Representantes lo acusara de “abuso de poder” por presionar a Ucrania para investigar a Biden y a su hijo y del que fue absuelto a comienzos de 2020.

Acusación “absurda” versus pruebas “abrumadoras”: los abogados del expresidente republicano y los legisladores demócratas que lideran la acusación ya han dejado claro cuál será el tono de los intercambios durante el proceso, que comienza a las 13:00 locales (18H00 GMT) en el mismo hemiciclo en el que irrumpieron los seguidores de Trump el 6 de enero.

En un caso extraordinario, los 100 senadores que harán de jurados fueron también los testigos y víctimas del ataque.

Las fuertes imágenes de esos momentos y el discurso de Trump ante sus seguidores momentos antes de que estos irrumpieran en el Capitolio serán parte central de la acusación. Al exterior del edificio, las inéditas medidas de seguridad recuerdan la violencia y el impacto generado por el asalto.

El multimillonario, que reside ahora en Florida, no se presentará en el proceso, y no duda de que al final del mismo resultará absuelto.

La Constitución exige una mayoría de dos tercios para un veredicto de culpabilidad. Y aunque senadores republicanos han criticado el rol del ahora expresidente en el violento episodio, parece poco probable que 17 de ellos se unan a los 50 demócratas para condenar a Trump, aún muy popular entre las bases de su partido.

Pero ambos campos sí tienen algo en común: todos quieren ir rápido, por lo que una votación final podría tener lugar a comienzos de la próxima semana.

Los republicanos porque no quieren abundar en un caso que divide a sus filas; los demócratas porque quieren que la atención del Senado vuelva rápidamente a concentrarse en su prioridad: la aprobación de los candidatos y proyectos del presidente Joe Biden.

Al presentarse como un elemento unificador de un país dividido, Biden ha optado por tomar distancia de este proceso. El presidente “no pasará mucho tiempo viendo las audiencias”, insistió el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

– Proceso “absurdo” –
Un debate jurídico sobre la constitucionalidad del proceso ocupará la apertura del juicio el martes: cada campo tendrá dos horas para presentar sus argumentos y los senadores votarán luego para decidir si son competentes para juzgar a Trump.

Este punto está en el centro de los argumentos de los abogados de Trump, David Schoen y Bruce Castor, para quienes resulta “absurdo y anticonstitucional lanzar un proceso de destitución contra un ciudadano común”. Un argumento que ha sido repetido por numerosos senadores republicanos.

Esas son excusas para evitar emitir un juicio sobre la conducta “despreciable, antipatriótica y antidemocrática” de Donald Trump y “evitar poner en su contra a los partidarios del presidente, dijo el lunes el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

El martes prometió “nuevos” elementos de prueba.

En argumentos presentados el lunes, los demócratas que lideran la acusación aseguraron que existen “pruebas abrumadoras” de la culpabilidad del exmandatario, responsable según ellos del “delito constitucional más grave jamás cometido por un presidente estadounidense”.

Recuerdan cómo Trump se negó a reconocer su derrota ante Biden, denunciando -sin ninguna prueba- fraudes electorales “masivos”. Y también su largo discurso ante miles de seguidores reunidos el 6 de enero en Washington, mientras los legisladores estaban reunidos en el Capitolio para certificar formalmente la victoria del demócrata.

“Nunca recuperarán nuestro país siendo débiles. Tienen que mostrar fuerza”, dijo a la multitud reunida ante la Casa Blanca, antes de llamarles a manifestarse frente al Capitolio para “hacer escuchar su voz de manera pacífica y patriótica”.

“De esa manera alumbró la llamarada de la insurrección”, insistieron el martes los congresistas demócratas que harán las veces de fiscales en el juicio.

Pero para sus abogados, “Trump no exhortó a ninguna persona a cometer actos ilegales”. Y es “simplemente absurdo” argumentar que el expresidente de alguna manera invocó a una turba para cometer un crimen violento, por lo que quienes atacaron el Congreso lo hicieron por su propia cuenta, según un documento con sus argumentos presentado el lunes.

Esa argumentación confirma que Trump “se niega a aceptar la responsabilidad de sus actos”, subrayaron los demócratas poco antes de la apertura del proceso.

 

CT