Estados Unidos denunció este jueves la prohibición en China de la cadena BBC después de la difusión de un informe sobre el tratamiento que recibe en ese país la minoría musulmana de los uigures, instando a Pekín a que permita el libre acceso a los medios.
“Condenamos de manera absoluta la decisión”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, quien hizo un llamado a China y a “otras naciones con un control autoritario sobre la población a que permitan el pleno acceso a internet y la libertad de medios“.
El alto funcionario señaló que en China el espacio informativo es uno de los “más controlados, más opresivos y menos libres del mundo”.
Afirmó, además, que es preocupante que mientras Pekín restringe medios en su territorio, utiliza la libertad en el exterior para “promover la desinformación”.
El regulador chino de medios de comunicación prohibió este jueves el Servicio Mundial de la BBC, acusándolo de violar directivas oficiales en una investigación sobre la minoría uigur que incluía testimonios desgarradores sobre tortura y violencia sexual contra este grupo en campos de concentración.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, calificó la prohibición de “atentado inaceptable contra la libertad de prensa” y aseguró que “sólo dañará la reputación de China a los ojos del mundo”.
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CT