Trump

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el jueves que la impactante evidencia del asalto al Capitolio presentada en el juicio político contra su predecesor Donald Trump puede pesar en la opinión de algunos republicanos leales al exmandatario.

Biden sugirió que los videos exhibidos pueden convencer a algunos senadores de condenar al expresidente: “Creo que algunos pueden haber cambiado de opinión”, dijo desde la Oficina Oval.

Hasta ahora, una gran mayoría de los republicanos ha apoyado a Trump, quien está acusado de “incitación a la insurrección” el 6 de enero, cuando una multitud de sus partidarios invadió la sede del Congreso para intentar detener la certificación de la victoria electoral de Biden.

Por eso, una condena a Trump, que requiere una mayoría de dos tercios en el Senado, es muy poco probable. Los abogados de Trump tendrán la oportunidad de hablar este jueves o el viernes, cuando los congresistas demócratas que ofician de fiscales concluyan su caso.

La defensa de Trump sostiene que no se puede culpar personalmente al expresidente del motín, y que todo el juicio es inconstitucional porque el acusado ya dejó el cargo.

Pero los legisladores demócratas que actúan como fiscales entregaron pruebas contundentes el miércoles, exhibiendo horas de imágenes de cámaras de seguridad, cámaras corporales de la policía, noticieros y videos de teléfonos celulares filmados por los propios manifestantes.

Biden, que ha guardado silencio sobre los argumentos del juicio, buscando que no eclipse su búsqueda de aprobar un paquete de estímulo económico y su renovada lucha contra la pandemia de covid-19, dijo no haber seguido “nada de las audiencias en vivo”.

Pero sí vio la cobertura informativa de la presentación del caso, en la cual se vio a los principales políticos huyendo a un lugar seguro mientras una enfervorizada multitud avivada por la retórica de Trump arrasaba los pasillos del Congreso.

El caos dejó cinco muertos, incluida una mujer baleada tras irrumpir en el Capitolio y un policía que falleció a manos de la turba.

Corriendo por sus vidas

El motín del 6 de enero estalló después de que Trump realizara un mitin para repetir sus acusaciones infundadas de que Biden le robó la reelección manipulando los votos, y de que el vicepresidente, Mike Pence, tenía que hacer algo para impedir la confirmación del resultado.

Pence, quien ya había declarado que no tenía autoridad legal para detener la certificación, se convirtió en el blanco de la ira de la multitud.

El video exhibido el miércoles por los demócratas mostró a los manifestantes gritando insultos y declarando a Pence un traidor. Algunos de los segmentos más dramáticos, con imágenes nunca antes transmitidas en público, dejaron en claro a los senadores, que ofician de jurado en el juicio, que sus propias vidas habían estado en peligro ese día.

Se pudo ver a Pence siendo evacuado apresuradamente por agentes de seguridad por las escaleras traseras del edificio y al líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, esquivando por poco a una multitud desenfrenada de manifestantes pro-Trump, mientras el senador republicano Mitt Romney, muy crítico de Trump y objeto de su odio, era protegido por el agente Eugene Goodman, celebrado por enfrentar la turba.

También se vio cómo la enfervorizada multitud irrumpió en las oficinas de Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes y líder demócrata, también blanco usual de la retórica incendiaria de Trump.

“Nancy, ¿dónde estás Nancy?”, gritaban los manifestantes mientras la buscaban, sin saber que ocho de sus empleados estaban atrincherados detrás de una puerta en el mismo pasillo. Pelosi ya había sido evacuada de apuro.

“Sabemos por los mismos manifestantes que si hubieran encontrado a Pelosi, la habrían matado”, dijo Stacey Plaskett, una de las fiscales demócratas y delegada en la Cámara de Representantes por las Islas Vírgenes estadounidenses.

 Republicanos leales hasta ahora 

Encerrado en su lujoso club Mar-a-Lago en Florida, Trump no comparecerá a declarar y se ha mantenido en silencio.

Pero el juicio político ha puesto al expresidente una vez más en el centro del debate nacional, y ha subrayado su control sobre la base del electorado republicano.

Algunos senadores republicanos han expresado su disgusto por el motín trumpista y criticado abiertamente la negativa de Trump a aceptar la derrota de Biden. También han reconocido el convincente caso presentado por los demócratas.

“La evidencia que se ha presentado hasta ahora es bastante condenatoria”, dijo la senadora republicana Lisa Murkowski.

“Por supuesto que son poderosas”, dijo el senador Bill Cassidy sobre las escalofriantes imágenes, pero “aún está por verse cómo influye eso en las decisiones finales”, apuntó.

Aún así, es muy poco probable que Trump sea condenado, para lo cual 17 senadores republicanos tendrían que estar de acuerdo con los 50 demócratas.

“Creo que al final no habrá 67 votos para declarar culpable al presidente”, dijo el jueves el estratega republicano Karl Rove a Fox News.

Pero anticipó que “cualquier republicano que se presente a las elecciones de 2022 en un distrito o estado difícil probablemente vea este video usado en su contra”.

Según reportes de prensa, Trump estaba furioso el martes, día de la apertura del juicio, por lo que consideró un desempeño mediocre de sus propios abogados.

A diferencia del primer juicio político de Trump hace un año, que duró tres semanas, se espera que este termine en unos días.