En el primer intento por frenar la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, los diputados Fernando Galindo (PRI) y Frida Esparza (PRD) solicitaron mociones suspensivas al dictamen que presentó hoy la Comisión de Energía, sin embargo, fueron rechazadas por la mayoría.
Galindo enfatizó que la iniciativa, que está en discusión en estos momentos en la Cámara de Diputados, viola la ley y tiene vicios de procedimiento.
“En primer lugar, el Ejecutivo no envió en tiempo y en forma el dictamen de impacto presupuestario establecido en el artículo 18 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
“Fuera de tiempo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, hizo llegar un documento que no analiza el fondo, el verdadero impacto presupuestario de esta iniciativa”, señaló el priista.
Además, indicó que no presenta el detalle de impacto en los ingresos y egresos, ni las afectaciones en el balance financiero de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Tampoco, continuó, Galindo, no se considera un posible aumento en el subsidio que el Gobierno federal tendrá que otorgarle a la CFE por el incremento en la generación y en los costos para ella.
“No se estiman los recursos que tendrá que pagar el gobierno mexicano por las contingencias, por los juicios y las violaciones a los tratados internacionales”, dijo.
Por su parte, Esparza expuso que las consecuencias de las modificaciones propuestas en el dictamen resultan jurídicamente inviables por entrar en contradicción con preceptos constitucionales vigentes, por contravenir tratados y convenios internacionales.
“Los efectos del modelo energético propuesto, basado en combustibles fósiles, tendrán repercusiones ambientales y en la salud a nivel nacional y global, y afectará también sensiblemente la rentabilidad de la CFE y de la economía en su conjunto”, dijo la perredista.
También se refirió a la reforma de 2013, en la cual, abundó, sin duda se cometieron errores en la operación, pero se dieron pasos importantes al incorporar al país en la dinámica global de sustituir energías con combustibles fósiles por un mercado creciente de energía limpia y barata.
“El modelo que hoy se propone es una regresión que establece una competencia desfavorable con productores privados y que les obliga a deshacerse de activos, de mercados y de oportunidades de desarrollo y de inversión.
“No se va a revertir la debilidad de nuestro sistema eléctrico con esta reforma…no resuelve las contradicciones de la anterior reforma: la propuesta del gobierno no parte de un diagnóstico adecuado ni del sector ni de la reforma que le precede”, mencionó.
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fahl