Knicks y Nets recibieron un pequeño número de aficionados en sus respectivas arenas por primera vez desde que se declaro la emergencia sanitaria por la pandemia hace un año. Nueva York, que ha sido la ciudad más golpeada del mundo, comienza a tener un respiro.

La noticia que dio el gobernador de Nueva York, Anthony Cuomo, de permitir el ingreso de un 10% de público en los recintos deportivos, fue una de las mejores noticias que han recibido los habitantes de la Gran Manzana en los últimos meses.

El fervor por esta noticia quedó evidenciada en el Madison Square Garden, donde algunos fans de los emblemáticos Knicks expresaron su alegría por volver a ver a su equipo en vivo.

“El Garden es más que un estadio. Es la vida para muchos de nosotros”, dijo Anthony Donahue, quien ha estado en la mayoría de los juegos del los Knicks cada temporada, el viaje empezó cuando tenía 10 años, a mediados de los 90.

Donahue fue uno de los dos mil aficionados que presenciaron el duelo entre los Knicks contra los Warriors.

“El Garden es más que un estadio. Es la vida para muchos de nosotros”, dijo Donahue, que casi no se ha perdido ningún juego de los Knicks desde que fue al primero cuando tenía 10 años, a mediados de la década de 1990.

La alegría de volver a su templo es inmensa para Anthony Donahue, sin embargo, también hay una sensación triste, puesto que su hermana Gianna Gregoire, falleció en agosto pasado a causa de cáncer de cerebro.

“Extrañaré su presencia. Pero sé que está conmigo espiritualmente y me guiará esta noche”, dijo Donahue. Gianna también era fan de los Knicks y cada año acudía al Garden a ver un puñado de partidos.

“Será una noche llena de emociones, probablemente algunas lágrimas, mucha felicidad, mucha alegría. Pero sé que es donde necesito estar”, agregó Donahue.

También los Nets jugaron frente a su público cuando enfrentaron a los Kings en el Barclays Center y celebraron el triunfo de su equipo por 118-127, contrario a los Knicks que cayeron por 114-106 ante un impresionante Stephen Curry.

El mayor fanático

Anthony Donahue lleva tatuado a los Knicks, literalmente, y porta una medalla de su equipo siempre. En las redes sociales se proclama como el mayor fanático de los Knicks en todo el mundo. “Los Knicks son mi vida. Los Knicks y mi hermana, eso es realmente lo único que me ha importado en los últimos 20 años”, dijo Donahieu.

NÚMEROS
352 días pasaron desde la última vez que Nueva York tuvo público en las arenas de basquetbol

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