La luz al final del túnel, hoy en día, son las vacunas contra el SARS-CoV-2. Uno de los restos más grandes que enfrenta las industria farmacéutica. El objetivo: disminuir al máximo contagios y muertes, que tanto han lastimado al mundo.
Pascal Soriot, actual director ejecutivo de AstraZeneca, desarrolló uno de los proyectos más importantes de la sustancia para la inoculación contra el coronavirus, junto con científicos de la Universidad de Oxford. Su fórmula es más barata que la de su competidor Pfizer y no requiere una refrigeración especial, hay quien le llama “la vacuna del mundo”.
Pero, porque siempre hay un pero, ese biológico ha provocado polémica en algunos países, ya que dudan de su eficacia en personas de la tercera edad, temían consecuencias perjudiciales para este grupo vulnerable, pues argumentaban que la vacuna no contaba con suficientes ensayos para comprobar su seguridad.
Otro argumento en su contra es que fue aprobada de manera apresurada en Europa, y se levantaron dudas sobre el número de dosis y el intervalo entre las inyecciones, así como si podría proteger contra las nuevas variantes, la africana y la británica.
Estos no han sido los únicos desafíos por los que atraviesa la farmacéutica anglo-sueca ni el empresario francés. Los reflectores voltearon hacia ellos tras incumplir los calendarios de distribución, según lo estipulado en contratos. El CEO atajó: “Nuestro acuerdo no es un compromiso contractual como tal, básicamente dijimos que íbamos a hacer nuestro mejor esfuerzo, pero no podemos garantizar que vayamos a tener éxito”.
Villano o héroe, Pascal Soriot estudió en la Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort, Francia, y cursó una Maestría de Negocios en la Escuela de Estudios Superiores de Comercio de París. Siempre dijo tener interés en el área farmacéutica.
En 1996 se desempeñó como gerente general de Hoechst Marion Roussel, una empresa de productos químicos y farmacéuticos. Más tarde, trabajó en otras grandes empresas, como Sanofi y Roche, fue hasta 2012 que ocupó su actual cargo en AstraZeneca.
¿Será que la polémica vacuna logre superar las expectativas de los gobiernos… pero sobre todo, de los ciudadanos del mundo?
LEG