El blanco del presidente Andrés Manuel López Obrador en la mañanera de este viernes fueron los medios de comunicación, a quienes acusó de “callar como momias” en anteriores Gobiernos, y ahora, “gritar como pregoneros”.
Desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el mandatario trasmitió un resumen del manejo de los noticieros de radio y televisión sobre los resultados de la auditoría practicada a la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
Para el Presidente, está de moda atacar al Gobierno, porque “los que antes callaban como momias, ahora gritan como pregoneros”.
La queja fue que los medios replicaron la información de las auditorías de la Cuenta Pública 2019, sin constatar y rectificar la información con el Gobierno federal.
Por eso, consideró a la mañanera su principal arma de réplica, “es muy importante el que podamos comunicarnos todas las mañanas y que además se tenga autoridad moral, porque si hay autoridad moral, hay autoridad política. Si yo fuese corrupto no podría yo hacer esto”.
Como en anteriores ocasiones, López Obrador se comparó con Francisco I Madero respecto al trato que su Gobierno recibió de la prensa.
En su ya típica sección de historia de la mañanera, el mandatario explicó que en su periodo de Gobierno (1911-1913), Madero recibió ataques de la prensa porque quitó la costumbre del Porfiriato de entregar dinero a los medios para que hablarán a favor.
“Entonces, se derrota a la dictadura, queda toda esa prensa, llega Madero y les deja de dar dinero. Hay un término que nada más lo voy a usar ahora, porque es muy fuerte, pero le llamaban al fondo, a la partida, para darle dinero a los periodistas, se le llamaba el fondo de los reptiles”.
Además, en su disertación sobre la libertad, aseguró que los medios están en su derecho de ser opositores, pero “lo que está mal es utilizar la libertad para hacer negocio, que eso es lo que hacen a veces, tener un medio de información como un instrumento de poder para sacar prebendas, eso es lo que está mal, o sea, negociar con la libertad, no ejercer la libertad, sino traficar con la libertad”.
Y aprovechando, pidió “a los dueños de los medios de información, a los dueños de las televisoras, con todo respeto, pues para que se ponga por delante la ética y no se engañe, no se manipule, no se tergiverse la realidad y que se le tenga respeto al pueblo”.
Sugirió a “los medios (que) estén distantes del poder, del poder económico, del poder político, que no trafiquen con la libertad de expresión, porque no ejercen la libertad de expresión para causas justas, utilizan la libertad de expresión como mecanismos para mantener privilegios”.
Tras el cúmulo de señalamientos contra la prensa, concluyó con que en su Gobierno, “nunca vamos a censurar a nadie, a nadie, no vamos a perseguir a nadie, no le vamos a quitar sus programas de radio, de televisión, como era antes”.
Y para relajar el momento, antes de retirarse, el mandatario confesó que en su gira de hoy a Querétaro no pasará a comer barbacoa, porque no quiere “herir susceptibilidades” y se tiene que cuidar más.
ica