La campaña de vacunación contra el coronavirus a gran escala de Israel implicaba que en el territorio se llevaran a cabo estudios estadísticos sobre los efectos de la sustancia de Pfizer/BioNTech; los primeros datos ya comenzaron a caer, y son buenos.
Su validez se confirmó mediante el análisis de datos de 1.2 millones de personas, según el estudio publicado en el prestigioso New England Journal of Medicine, donde se especifica que los casos sintomáticos bajaron en 94% tras la inoculación; los casos graves bajaron en 92%; y las hospitalizaciones en 87 por ciento.
Ahora falta que funcione… la colaboración internacional. Hace apenas unos días, el canciller mexicano Marcelo Ebrard denunció ante Naciones Unidas el acaparamiento de vacunas. Según Luz Araceli González Uresti, doctora en Ciencias Políticas y especialista en asuntos globales, dicho fenómeno es un síntoma de la crisis del multilateralismo hoy en día: “Esa actitud de ayuda y cooperación internacional es simplemente un anhelo, pues en la práctica difícilmente la podemos observar”.
El mecanismo COVAX (mecanismo que busca proveer vacunas de forma equitativa a las naciones), por ejemplo, coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue un intento de salvar la cooperación entre los Estados, pero “la cooperación internacional se tiene que repensar, esa estrategia es solo una estructura más en un sistema que no está funcionando”, advirtió la experta.
Naciones Unidas es una organización internacional que necesita del apoyo y la financiación de los Estados para sus funciones, agrega la experta, y poco puede hacer si no hay un interés de las potencias por una distribución equitativa.
“La función de la ONU no es distribuir vacunas, es absolutamente irrealizable que esta organización se convierta en el eje medular de la repartición”, dijo la académica.
Ayer mismo, los líderes de la Unión Europea (27 naciones) sostuvieron una reunión virtual bajo la presión de resolver, precisamente, los pormenores hacia una mejor colaboración.
La distribución de las sustancias, cuyo inicio fue tardío en el Viejo Continente, y la circulación entre países con el riesgo de las nuevas variantes fueron dos temas relevantes.
En la cumbre, casi un año después del inicio de la crisis global, los líderes admitieron que las drásticas restricciones adoptadas contra el coronavirus deberán mantenerse por las nuevas variantes y se dijeron optimistas sobre las metas de vacunación, pese a las dificultades.
“La situación epidemiológica es seria (…) debemos mantener drásticas restricciones mientras aumentamos la provisión de vacunas”, dice su declaración conjunta.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
FRASE
“Esa actitud de ayuda y cooperación internacional es simplemente un anhelo, pues en la práctica difícilmente la podemos observar”
Luz Araceli González Uresti
Politóloga, especialista en temas globales
ESPERANZA EN LA CIENCIA
1, 200, 000
personas participaron en la muestra de Pfizer, en Israel
94%
se redujeron los casos sintomáticos de SARS-CoV-2
92%
bajaron los casos graves de la enfermedad en ese país
LEG