Protectores de animales en Cuba celebraron la aprobación de un decreto ley de bienestar animal, que corona años de esfuerzos y reclamos civiles.
“Yo aplaudo muchísimo que hoy hayamos despertado con esta noticia, porque va a poner un freno al maltrato en primer lugar y en segundo nos va a dar poder a las personas que abogamos porque ellos [los animales] estén bien”, dijo a la AFP Richard Santana, un fotógrafo de 24 años.
La lucha de los activistas cubanos tomó fuerza en abril de 2019, cuando unas 500 personas marcharon en La Habana para reclamar por mayor atención a los animales. Fue la primera protesta independiente y de carácter no político autorizada en 60 años de revolución socialista.
El viernes en la noche, el Consejo de Estado aprobó la legislación, cuya redacción estuvo a cargo del ministerio de Agricultura, atendiendo los reclamos animalistas locales y siguiendo las mejores prácticas internacionales.
Con el Decreto-Ley “se da respuesta a las numerosas opiniones, expresadas en el proceso de consulta popular del proyecto”, para contar con una legislación que evite abusos y maltratos y garantice las protección y cuidado de los animales, dijo ese ministerio en su página de internet.
El Consejo de Ministros debe aprobar un reglamento y publicarlo con el decreto en la Gaceta Oficial en un período de tres meses.
Los animalistas consideran que aún sin conocer el texto del decreto aprobado, se trata de un primer triunfo.
“Es un paso abismal principalmente velando por el bienestar de ellos [los animales], que lo necesitan bastante y han sido unos cuantos años difíciles de lucha tratando de buscarles una mejor vida”, señaló Annalie González, una mesera protectora de animales de 32 años.
Los animalistas habían pedido terminar con las peleas de perros y de gallos, una exigencia que quedará contemplada en la nueva legislación, según les adelantaron las autoridades.
Sin embargo, la demanda de terminar con los sacrificios de animales por motivos religiosos no fue aceptada.
El problema del bienestar animal se agudizó en los últimos años con la crisis económica, que limita la posibilidad de alimentarlos, así como medicinas y otros elementos necesarios para su subsistencia, muchas veces importados.
Las autoridades se habían comprometido en aprobar el decreto en el mes de febrero.
“Yo creo que si el 1ro de marzo hubiera llegado a Cuba sin una ley de bienestar animal hubiera sido un caos, porque ya los animalistas estamos como sobrebordados (desbordados) de casos y no hay medicamentos y no hay ayuda, no hay”, dijo Gabriela López, estudiante de Gestión del Patrimonio Cultural y protectora de animales de 27 años.
ica