Por Karina Aguilar Vega
Quien no se levantó con el pie derecho la semana pasada, fue el auditor superior de la federación, David Colmenares. Luego de presentar un informe en el que aseguraba que la cancelación del Aeropuerto de Texcoco tuvo un costo tres veces mayor al señalado por el gobierno federal; fue “regañado” por el presidente y hasta disculpa tuvo que ofrecer.
De acuerdo con el Informe de la Cuenta Pública de 2019, es decir, del primer año de gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, la cancelación del aeropuerto nos costó a los mexicanos 331 mil 996 millones de pesos; por supuesto que el primer mandatario, de inmediato salió a decir que tenía otros datos.
Y todo parece indicar que ahora sí tiene otros datos, claro que estos no le eximen de las múltiples irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación en diversos rubros de su gobierno como el de salud, bienestar, deporte, función pública, entre otros; en los que existen miles de millones de pesos por comprobar su uso correcto.
La Auditoría Superior de la Federación, es la encargada de fiscalizar las cuentas públicas de la federación, estados, municipios y órganos constitucionales, incluidos los tres poderes de la Unión y desde que tiene autonomía técnica y de gestión, es decir desde 1999, ha sido un organismo respetable y cuyos informes han permitido conocer cuantiosos fraudes al erario público.
David Colmenares, fue electo auditor superior de la Federación en 2018, con el voto mayoritario de los diputados federales del PRI y Morena. En el gobierno de Peña Nieto, despidió a la entonces directora general de auditorías forenses, Dora Buchahin, quien fue la encargada de dirigir la auditoría que reveló el desvió de recursos públicos hacia las universidades, mejor conocida como La Estafa Maestra, bajo el argumento de que tenía un conflicto de intereses.
Y ahora que el resultado no favoreció al gobierno de Morena, ofreció disculpas, bajo el argumento de que hubo errores metodológicos.
Este lunes, los diputados federales auditarán al auditor y seguro le recordarán que fueron los votos del PRI y Morena los que le dieron el cargo -digo- por si se le había olvidado.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
El gobierno federal a través de la Fiscalía General de la República, ha pedido el desafuero del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, lo que los panistas han calificado como una venganza política y un distractor. Acaso se les olvidó que la última palabra la tiene el congreso local de mayoría panista, o es que los distractores se juegan en ambos sentidos.