Palacio Nacional

El calificado como “muro de paz’ por el Gobierno federal para impedir que las manifestantes del 8M se acerquen a Palacio Nacional, generó indignación entre diversas mujeres.

Las muralla de vallas metálicas de más de tres metros de altura que rodean Palacio Nacional, fue considerada como un símbolo de la insensibilidad y nula empatía del presidente Andrés Manuel López Obrador ante la creciente violencia contra las mujeres.

El próximo lunes se llevarán a cabo diversas manifestaciones en la Ciudad de México para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y protestar por los feminicidios y violencia de género.
Ante ese escenario, el Palacio Nacional, sede del poder Ejecutivo y residencia de la familia presidencial, por primera vez fue cercado.

El vocero presidencial, Jesús Ramírez, en su cuenta de Twitter, escribió que “el cerco de Palacio Nacional es para proteger y no para reprimir; para cuidar el patrimonio de todos los mexicanos y evitar la confrontación. Es un muro de paz que garantiza la libertad y protege de provocaciones”.

Sin embargo, para Ruth Rojas se trata de una falta de empatía, “por qué cubren todos los monumentos, sí son parte de México, pero porque no nos protegen así a todas, que pongan vallas por donde nosotros caminamos para que nadie nos moleste”.

Consideró que “no están bien las manifestaciones agresivas” pero simpatizó con las mujeres que buscan a sus hijas o las madres de las que fueron asesinadas, cuya forma de exigir justicia es atacar los monumentos.

“Hay que ser empáticos, porque creo que si a cualquiera de nosotros nos matan una hija, pues destrozó lo que sea con tal de encontrar el culpable de lo que está pasando”.

Por su parte, Rubí dijo a este diario que aunque está en contra de las manifestaciones violentas, las vallas no deberían estar, “porque la gente tiene derecho a manifestarse”.

A su juicio, al presidente Andrés Manuel López Obrador “le hace falta escuchar más las necesidades de las mujeres”.

En contraste, para Alejandra está bien que se protejan los monumentos y comercios, porque “no le veo caso que los destruyan, está bien que las pongan”.

A su parecer, la próxima marcha del 8M, “está bien pero también que no hagan desastres”.

PAL

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