La pandemia de Covid-19 profundizó las desigualdades existentes entre hombres y mujeres y provocó afectaciones a este sector.
Durante esta época incrementó la violencia en su contra y se acrecentó su responsabilidad en las tareas de cuidado.
De acuerdo con las cifras del INEGI, el 17.9% de los hogares están compuestos por una mujer sin cónyuge y con hijas(os).3
La mayor parte del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que se realiza en los hogares (73.6%) es producido por mujeres. Este tipo de trabajo tiene un valor equivalente a 22.8% del PIB.
El valor de mercado de las labores que realizan las mujeres para sus hogares es en promedio de 5 mil 190 pesos mensuales.
Es decir que, al no percibir remuneración por estas labores, cada mujer genera un ahorro para el hogar de 62 mil 280 pesos al año.
La tasa de participación económica de las mujeres aumentó de 33.5 a 49.1% entre 2010 y 2020
Si bien el porcentaje de mujeres económicamente activas incrementa con el nivel de escolaridad, aún entre quienes tienen educación superior, 3 de cada 10 permanecen fuera del mercado laboral.
Por su parte, Martha Delgado Peralta, subsecretaria para asuntos multilaterales y derechos humanos de la SRE señaló que que la pandemia desató un “aumento de la violencia, en especial de la violencia doméstica”
Además, aumentó la “carga excesiva de las tareas de cuidado”, y en general las tareas del hogar, que han recaído sobre todo en las mujeres durante esta coyuntura.