Su carrera política la inició en 1966 como titular de la jefatura de la Oficina de la Presidencia de la República, en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz
Foto: Especial Su carrera política la inició en 1966 como titular de la jefatura de la Oficina de la Presidencia de la República, en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz  

Política, economista, catedrática y diplomática, fundadora del PRD junto a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo; y ahora fundadora de Morena, junto con Andrés Manuel López Obrador; la senadora Ifigenia Martínez y Hernández, ha destacado como una mujer cuya vocación por servir la ha llevado a ocupar diversos cargos públicos.

La senadora destaca que su vocación por servir la llevó a aceptar los cargos públicos que le ofrecían a su regreso a México, en 1953, luego de ser la primera mexicana en cursar una maestría en Economía en la Universidad de Harvard, toda vez que le fue difícil conseguir trabajo por sus ideas de izquierda.

Ha sido tres veces diputada federal y dos veces senadora de la República. En 1988 se convirtió en la primera senadora electa por el Distrito Federal, representando a un partido de oposición para la LIV y LV Legislaturas, en donde ocupó la Vicepresidencia de la Mesa Directiva.

Su carrera política la inició en 1966 como titular de la jefatura de la Oficina de la Presidencia de la República, en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, y desde entonces asegura no haber sido víctima de violencia política de género.

¿Cuál fue su experiencia en Harvard, al ser la primera mexicana en hacer una maestría ahí?

-Fue muy gratificante. En realidad fue mi esposo, el Dr. Alfredo Navarrete Romero quien me convenció de inscribirme y estudiar un posgrado en Economía Política, puesto que él ya estaba cursando el Doctorado becado por el gobierno mexicano. 

Fue así como me inscribí y sin duda fue un gran honor y una experiencia maravillosa  haber sido aceptada. Además, en aquella época, recién terminada la Segunda Guerra Mundial, era común recibir visitas de excelentísimos profesores y catedráticos de todo el mundo, lo cual resultaba muy reflexivo y estimulante.

¿Cómo inició su carrera en el ejercicio público, que le permite encabezar cargos públicos de gran importancia, incluso diplomáticos?

-Después de regresar de la Universidad de Harvard, me fue muy difícil encontrar trabajo pues, por mi manera de pensar siempre de izquierda, pretendían no trabajar conmigo. 

Poco a poco me fueron encontrando lugares y yo siempre aceptaba, pues tenía mucho entusiasmo por trabajar y servir a mi país. Gracias a eso pude trabajar en la Secretaría de Hacienda y eventualmente ingresar a la Delegación de México ante la ONU en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, así como conocer a excelentísimas personas como mi amigo, Porfirio Muñoz Ledo, quien me recibió y apoyó en diversos momentos.

¿Cómo es su paso del área económica a la política, sobre todo en un país cuya esfera política era ocupada principalmente por hombres?

-En realidad nunca ha habido una transición del área económica a la política. Estudié la carrera de Economía porque mi padre me decía que lo que el país necesitaba para elevar el nivel de vida de los ciudadanos eran economistas.

Sin embargo, fue mediante la economía que descubrí mi vocación por el servicio público. Al terminar sus estudios de Doctorado, mi esposo y yo regresamos a México y en 1953 reingresé a la administración pública siendo el presidente Adolfo Ruiz Cortines. No puedo decir que haya sido la única mujer; sin duda había mucho menos mujeres participando en la vida pública que actualmente, pero sí había mujeres y trabajábamos bastante bien.

¿Qué reacción le provoca ser considerada una de las mujeres más de México, y de intelectuales más importantes de América Latina?

-Es una distinción que a mí no me corresponde definir, pero sin duda me halaga y lo agradezco. A lo largo de mi carrera académica y política como economista y servidora pública, siempre he buscado trabajar por mi país y por un presente y futuro más igualitario, equitativo y próspero para todos. Esa ha sido mi intención.

¿Cómo percibe a las mexicanas que hoy ocupan importantes cargos públicos?

-Consideró que siempre ha habido muchas mujeres mexicanas muy capaces en el ámbito de la política y la economía. Es un gusto que actualmente haya mujeres tan preparadas participando exitosamente en el poder ejecutivo, legislativo y judicial, así como en los ámbitos empresariales y académicos. Es algo que debemos seguir fomentando.

¿En algún momento ha percibido o sufrió violencia política por su calidad de mujer?

-En realidad no. Siempre recibí mucho apoyo y sobre todo respeto y simpatía de mis compañeros, muchos que actualmente siguen siendo buenos amigos. Siempre tuve la fortuna de trabajar con hombres y mujeres sumamente inteligentes que, al igual que yo, compartimos el mismo interés de trabajar por México y las y los mexicanos. 

 

AR