La inseguridad para las mujeres en México está a la vista: historias como la de Ingrid Escamilla, a quien su pareja le arrebató la vida para después desollarla; la de Fátima, la niña de siete años a quien secuestraron saliendo de la escuela y encontraron en bolsas de basura violada y torturada; o Mara Castilla, quien saliendo de un bar pidió un Cabify y la encontraron muerta tras una semana de búsqueda, fueron algunos de los nombres de víctimas de violencia tatuados en el muro de la paz, frente a Palacio Nacional.
Vanessa Job codirige junto a Christian Palma una serie documental titulada La culpa no es mía, que en cinco capítulos cuenta con testimonios las experiencias machistas que diferentes mujeres han vivido a lo largo de su vida y que pueden terminar en un feminicidio.
“Pareciera que los asesinatos de mujeres ya no importan porque los vemos en los medios todos los días. Lo que ha sucedido con la sociedad es que nos hemos vuelto insensibles y piensas ‘ay, ya mataron a otra’ como si fuera cualquier cosa. No estamos dimensionando que son familias que se desintegran por completo y niñas y niños que se quedan huérfanos. Qué tipo de sociedad construimos si dejamos que maten así a las mujeres”. comparte Job en una entrevista.
En el país matan a 10.2 mujeres por día de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública, y en muchos de los casos la violencia ejercida por los hombres fue escalando de micromachismos hasta transformarse violencia feminicida.
“Las mujeres tienen mucha rabia por toda la situación que están viviendo y no es posible que aceptemos que en el país se asesinen a tantas todos los días”, describe.
En la primera entrega se escuchan voces jóvenes y de la tercera edad enfrentando la cotidianidad de los llamados micromachismos, que son gestos sexistas como decidir qué juguetes infantiles son para cada género o dar por sentado que las labores del hogar son obligaciones para ellas.
ONU Mujeres estima que a nivel mundial en 2017, tres de cada cinco casos de mujeres asesinadas, el autor era su compañero sentimental o un miembro de su familia; de esto trata el capítulo dos de esta serie: violencia en el noviazgo.
En el tercero veremos el caso de Olimpia Coral Melo, una defensora feminista que busca erradicar y castigar la violencia digital, después de haber sido una víctima; en ella se basa la Ley Olimpia que penaliza el compartir material íntimo de alguien sin su consentimiento, y que ya fue aprobada en varios estados.
“Ella luchó para que se reconociera como un delito y creo que este es uno de los grandes logros de la lucha feminista. Hombres y mujeres tienen que saber que esto es un delito y pueden ser castigados con multas y con prisión”, platica.
El cuarto y quinto forman retratan la búsqueda de desaparecidas por mujeres, y el feminicidio de Lesby Berlín Osorio, de 22 años, encontrada en las instalaciones de la UNAM.
¿Los hombres pueden reaprender?
“Yo tengo la esperanza de que sí, justamente porque los hombres no son violentos. Los hombres ejercen violencia pero no son violentos. Mujeres y hombres tenemos que desaprender ciertas conductas machistas; es un proceso de deconstrucción desde el gobierno hasta los ciudadanos”, comparte Vanessa Job.
FRASE
“Cuando las mujeres tomamos conciencia de la gravedad de lo que estamos viviendo nos motivamos a articularnos y podemos ser un frente común. Esta cuarta ola de feminismo es el movimiento social más fuerte que tenemos en el país”, Vanessa Job, periodista.
¿Dónde verla?
En el Canal Catorce, de televisión abierta, cada sábado a las 20:00 horas se estrena el segundo episodio.
Aquí un adelanto: https://bit.ly/3vgJorQ
En este link puedes ver el capítulo uno: https://www.copalproducciones.com/episodio-1-la-violencia-invisible
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LEG