Bajo un sol abrasador y un clima húmedo, elementos de la Secretaría de Marina Armada de México comienzan lo que podría ser el fin de las catástrofes naturales en Tabasco.
En 2020, el huracán Eta dejó, en la tierra natal del Presidente, 180 mil damnificados y 27 muertos; en 2007, otra inundación afectó a más de un millón de habitantes, tres cuartas partes de la población.
Sin embargo, hoy el uso de la draga Montebello, en el río González, podría ser la solución al problema.
Esta maquinaria retira materia del fondo del afluente y, por medio de un sistema de succión, la traslada a tierra firme; así, los marinos aumentarán el caudal de desfogue de las corrientes.
Esta primera etapa en el río González y la desembocadura del Grijalva es parte del Plan Integral de Dragado de Tabasco -que durará tres años-, que pretende retirar sedimentos de estos afluentes ubicados en Jalpa de Méndez, Nacajuca y Villahermosa, así como en los de la sierra y Samaria-Carrizal.
Además de proteger zonas vulnerables, el dragado también beneficiaría a los puertos tabasqueños, al recibir barcos de mayor calado sin riesgo de quedar varados.
LEG