Diputados van por reforma constitucional
Foto: Cuartoscuro / archivo Las razones de los “brincos” de los diputados en dos años y medio son diversas, pero el mayor porcentaje se debió a la disputa por la presidencia de la Mesa Directiva  

A pesar de que en la LVIII Legislatura se presentó la primera iniciativa, de 20 que se han hecho a lo largo de 21 años para castigar o regular el transfuguismo parlamentario, mejor conocido como chapulineo de diputados, la práctica no ha podido erradicarse y tan sólo en la actual Legislatura se tiene un registro de 61 “saltos” de legisladores de un partido hacia otro, y a veces, de regreso.

Las razones de los “brincos” de los diputados en dos años y medio son diversas, pero el mayor porcentaje se debió a la disputa por la presidencia de la Mesa Directiva, tanto en el segundo año como en el actual, de acuerdo con datos recabados por la organización Buró Parlamentario.

En el 2019 le correspondía al Partido Acción Nacional (PAN) encabezar la presidencia de la Cámara, luego del primer año de hacerlo Morena, pero hubo reticencias de este partido para cederla como habían establecido en un acuerdo previo y que además así lo establece la Ley Orgánica del Congreso General. Finalmente la presidencia de la Mesa Directiva fue para el PAN.

Para el tercer año, el turno era del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como tercera fuerza política en San Lázaro, luego de tenerla Morena durante el primer año y Acción Nacional en el segundo.

Sin embargo, el diputado Gerardo Fernández Noroña (PT) aspiraba a dirigir los trabajos legislativos en el último año de la actual Legislatura y a través de “inyectar” diputados de otros grupos parlamentarios intentaron superar en número al PRI y erigirse como la tercera fuerza política en la Cámara de Diputados, pero no lo consiguieron.

Esos momentos significaron 41% de los “saltos” que han dado los legisladores en la Cámara baja, le siguen los motivos ideológicos con 30%; afianzar la mayoría de Morena con 25%; y otros motivos representa 4%, según el análisis de Buró Parlamentario.

Dentro de este 4% están los que no dan explicación de su cambio de fracción parlamentaria o que lo hicieron por motivos electorales, pero sobresale una diputada del PRI Irma Terán que se pasó a Encuentro Social por motivos sentimentales, es decir, contrajo nupcias con el líder de esa bancada.

Sin embargo, los 61 “saltos” de los diputados a lo largo de la LXIV Legislatura no significan que ese número de legisladores hayan realizado esa práctica, pues varios lo han hecho dos veces y uno hasta tres.

Tal es el caso de Jesús de los Ángeles Pool Moo, quien se pasó de Morena a ser sin partido, y de ahí al PRD, y luego al PRI en la lucha por la Mesa Directiva, para después regresar al PRD.

Larga historia

El primer intento por regular esto fue del diputado priista Efrén Nicolás Leyva Acevedo hace 21 años.

Según el registro de Buró Parlamentario, la iniciativa pretendía “fortalecer las herramientas con que cuentan los grupos parlamentarios en el Congreso para garantizar la unidad, lealtad y compromiso partidista de sus integrantes”.

Por ello proponía sancionar con la expulsión de las cámaras del Congreso a los diputados o senadores plurinominales que decidieran desertar de su grupo parlamentario para integrarse a otro o formar uno propio.

Dos Legislaturas después, en la LX, la diputada de Alternativa Socialdemócrata, Aida Marina Arvizu Rivas, propuso que, si transcurrido un año de la Legislatura, una fracción deja de contar con más de la mitad de sus miembros originales, ésta quedará disuelta y, sólo podrá existir un grupo parlamentario por cada partido político nacional.

Posteriormente en la LXI Legislatura se presentan dos iniciativas, y otra más para la LXIII.

Pero en la que más se ha presentado, según los datos recabados por Buró Parlamentario, es precisamente en la actual con 15, de ellas ocho han sido de diputadas de Morena, tres del PAN, dos de parte de un legislador sin partido, una Movimiento Ciudadano y una del PRI.

De estas propuestas destaca la presentada por la diputada Verónica Sobrado Rodríguez (PAN), la cual establece que los diputados y senadores de representación proporcional no podrán dejar de pertenecer al partido político que los postuló y registró ante la autoridad electoral.

Los espacios que obtengan los partidos políticos por el principio de representación proporcional, les pertenecen a estos, no a los legisladores, de manera que quienes ocupen dichos cargos no podrán cambiarse del partido político que los haya postulado, ni independizarse del mismo.

Hacerlo, implicaría la separación del cargo y esos espacios serán asignados a los candidatos que estén en las listas correspondientes y de acuerdo al orden en que se encuentren registrados ante la autoridad electoral.
Cualquier controversia que resulte del supuesto estipulado en la propuesta de Sobrado Rodríguez, sería dirimida por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

LEG