A pesar de encontrarse en el ojo del huracán por supuestamente provocar secuelas relacionadas con coágulos sanguíneos, las instituciones sanitarias globales y naciones respaldaron la vacuna de la firma inglesa/sueca AstraZeneca, que fabrica con la Universidad de Oxford, y que es además, la más barata en el mercado.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) negó haber encontrado pruebas de los supuestos efectos negativos, y se dijo “convencida” de sus beneficios, en momentos en que la OMS intenta revertir la interrupción de las campañas con este biológico en varios países de Europa, donde ya se superaron las 900 mil muertes por el Covid-19.

“Seguimos firmemente convencidos de que los beneficios de la vacuna AstraZeneca en la prevención del Covid-19, con su riesgo asociado de hospitalización y muerte, superan los riesgos sobre estos efectos secundarios”, afirmó Emer Cooke, directora ejecutiva de la agencia, desde Holanda.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha pronunciado, por su parte, por seguir administrando este inmunizante contra el coronavirus.

“No queremos que la gente entre en pánico y, por el momento, recomendamos que los países sigan vacunando con AstraZeneca”, advirtió la responsable científica de la OMS, Soumya Swaminathan.

Desde Reino Unido, donde ya se ha administrado una primera dosis (de AstraZeneca o Pfizer/BioNTech) a casi 24.5 millones de personas, el primer ministro Boris Johnson que la vacuna desarrollada por AstraZeneca con científicos de la Universidad de Oxford era “extremadamente eficaz”.

En tanto, la víspera el comité científico que asesora al gobierno de Canadá en materia de inmunización amplió su recomendación sobre el uso de esta vacuna contra el Covid-19 en este país a las personas de 65 años y más.

La nación integrante del Commonwealth, con esta decisión, va en sentido contrario al clamor europeo de suspender el uso de la sustancia, pues se trata de un cambio de rumbo del Comité Consultivo Nacional de Inmunización, que a principios de marzo recomendó limitar el uso de la vacuna de AstraZeneca a las personas de 18 a 64 años.

Las primeras sospechas que llevaron a suspender la administración de la vacuna se basaban en una eventual relación entre esta y la formación de coágulos o trombos, que pueden provocar flebitis e incluso embolias pulmonares.

Infografía: Xavier Rodróguez

Origen del conflicto

¿La vacuna del laboratorio AstraZeneca puede provocar problemas sanguíneos graves?

* El Instituto Médico Paul-Ehrlich dio cuenta de una acumulación sorprendente de una forma de trombosis venosa cerebral inhabitual, asociada a un déficit de plaquetas sanguíneas.

* Las trombosis venosas cerebrales (formación de coágulos en las venas del cerebro) son por un lado mucho más inhabituales que las trombosis clásicas y por otro son potencialmente más graves.

‘Soy inmigrante y vacunada’: testimonio

Soy Claudia, inmigrante y vacunada. Vivo desde hace seis años en un pueblo del Texas al norte de Houston, The Woodlands, pintoresco, lleno de vegetación, lagos… y mexicanos “fifís”. Houston es la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos y conocida mundialmente por su industria petrolera, su centro espacial de la NASA y la industria hospitalaria, y es quizá por esta razón que es tan fácil conseguir una vacuna.

Bastó entrar a un portal de Internet para que me dieran una cita (yo tengo una condición pulmonar, así que no me sentí culpable por conseguirla), que fue confirmada por correo. Me presenté puntualmente a las 15:30 horas del 3 de febrero en el hospital Saint Luke, en Woodlands, que, por cierto, cuenta con los hospitales más prestigiosos.

Es la segunda vez que la organización de los norteamericanos me sorprende (la primera fue el maratón de NY).

Desde mi coche, del cual nunca me bajé, mostré una identificación oficial, llené una papeleta y, sin preguntar pormenores, me hicieron una ficha, agregaron mis datos “al sistema” y avancé al siguiente puesto.

Ahora sí, ¡a vacunarme! Me quité el suéter, me tomaron mi brazo y listo, tengo la primer dosis de la vacuna de Pzifer. La segunda dosis quedó automáticamente agendada.

Veo una oleada de mexicanos “fifís” en el súper, en restaurantes, en tiendas de descuento.

Después de estar vacía de turistas durante un año, la cosa se pone buena. Los centros de vacunación a tope, y cientos de mexicanos llegan a mi pueblo a hacer cola. Parece, solo me parece, que tienen la consigna de vacunar a quien se presente, sin más exigencia que tener una dirección y una identificación oficial (puede ser el pasaporte mexicano).

Algunos ya vienen con cita, otros esperan en algún megacentro que acepta gente sin cita. Algunos lugares se han saturado, pero nada que no remedie el orden que impera.

El estado de Texas ha sido benevolente, aunque pareciera que la asignación de vacunas no es ajena al “agandalle”. Mucha gente ha conseguido vacuna, gente que viaja desde el extranjero y de otros estados, lo extraño es que muchos locales no la consiguen.

Me viene a la mente, quién sabe porqué, esta frase del Gabo, en El amor en los tiempos del cólera: “… en realidad fueron los años de sus victorias mayores sobre la hostilidad soterrada de un medio que no se resignaba a admitirlos como eran: distintos y novedosos, y por lo tanto transgresores del orden tradicional”.

 

LEG