El director de orquesta estadounidense James Levine falleció a los 77 años, tres años después de que un escándalo de abusos sexuales pusiera fin a su prestigiosa carrera de 40 años en la dirección musical de la Ópera Metropolitana de Nueva York.
Levine murió de “causas naturales” el 9 de marzo en Palm Springs (California), dijo a la AFP su médico, Len Horovitz, sin más detalles, confirmando una información del New York Times.
Nombrado director musical de la Ópera Metropolitana en 1976, fue reformando la alicaída institución hasta colocarla entre las grandes óperas del mundo.
Mientras deleitaba con el repertorio de los clásicos, fue incorporando obras contemporáneas y compositores hasta entonces menospreciados.
Con su frondoso cabello rizado, lentes de metal redondos, estilo expresivo y personalidad extrovertida, Levine se había establecido como una de las figuras más reconocidas en el mundo de la música clásica.
Dirigió la Metropolitan Orchestra en más de 2.550 ocasiones.
Levine sufrió una serie de problemas de salud a partir de 2006, desde una lesión en el hombro tras una caída en el escenario hasta una insuficiencia renal pasando por una hernia discal.
En 2016, aceptó dejar la dirección musical del Met a causa del párkinson que también padecía desde hacía años.
El nombre de Levine se encuentra entre las muchas personalidades que han perdido sus trabajos y su reputación a raíz del #MeToo, un movimiento que ha dado voz a cientos de víctimas de abusos y ha salpicado a hombres de poder, entre ellos personalidades de las artes y el espectáculo y políticos.
Se mantuvo como director
A pesar de que el New York Times publicó un artículo donde lo acusaban de abuso sexual, James Levine se mantuvo como director musical honorario, hasta que fue suspendido de su cargo en diciembre de 2017. Después de las acusaciones, nunca fue procesado penalmente
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