Ha quedado demostrado que incluso los expresidentes son llamados a cuentas por la justicia, e incluso pueden pisar la cárcel. Ayer se dio otro paso.
La jueza que evalúa si acoge o rechaza un pedido de 18 meses de prisión preventiva para el expresidente peruano Martín Vizcarra, solicitado por la fiscalía, sostuvo ayer siete horas de audiencia y debate. El proceso se reanudará hoy.
La fiscalía quiere detener a Vizcarra bajo la presunción de que existe riesgo de fuga o de obstrucción a la justicia, en el marco de una investigación por corrupción cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua, en 2014.
El segundo día de debates empezará a media mañana y se estima que la jornada concluya con una breve intervención de Vizcarra.
En tanto, el juicio del expresidente francés Nicolas Sarkozy, acusado de financiación ilegal de campaña, arrancará el 20 de mayo, se dio a conocer la víspera, debido a que uno de los abogados tiene Covid.
Sarkozy, de 66 años, fue condenado a inicios de marzo a tres años de cárcel, uno de ellos firme, por corrupción y tráfico de influencias, convirtiéndose en el primer presidente francés en ser sentenciado a una pena de esas características.
En este nuevo caso, se acusa al ex líder de la derecha francesa de haber gastado 20 millones de euros (24 millones de dólares) por encima del tope permitido en la carrera por la presidencia en 2012, que perdió frente al socialista François Hollande.
Los fiscales afirman que ignoró las advertencias de los expertos contables de su campaña, que le habían alertado de que iba a rebasar el límite de gasto de 22.5 millones de euros, entonces autorizado.
LEG