En México, el 60% de las mujeres que trabajan no tienen las posibilidades de cubrir con su sueldo sus gastos básicos del mes, mientras que en los hombres, dicho porcentaje es solo del 40%, según datos de la empresa compradora de servicios financieros, Coru.
Al respecto, Guadalupe Quezada, experta en temas de empleo y directora general de 4work, dijo en entrevista con 24 HORAS que dicha baja se debe principalmente a dos factores: a que las mujeres perciben menos salario que los hombres y a que la participación de las mujeres en el empleo es menor.
Y es que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la brecha salarial entre hombres y mujeres de sus países miembros es de 18.8%; mientras que la consultoría Runa, detalló que dicha brecha en México es mucho mayor, al ubicarse entre el 26% y 50%.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en enero de este año la población no económicamente activa de mujeres, es decir, que no trabajan, se ubicó en 59.5%, mientras que la cifra en los hombres es de 26.7%. Dichas cifras arrojan que más de la mitad de las mujeres en México no trabajan, mientras que la cantidad de hombres sin empleo corresponde sólo a una cuarta parte del total del género.
Quezada señaló que dichas brechas en materia de empleo siempre han existido, sólo que en los últimos años los sesgos laborales se acentuaron, por lo que ahora es más notorio las diferencias.
“Es una realidad que hemos vivido siempre, lo que pasa es que ahora se ha puesto el foco en la correspondiente al género en todas las áreas de la vida cotidiana y una de ellas es el empleo. Esa brecha ha existido e incluso era mucho más grande anteriormente”, expresó.
Destacó que otro de los factores que abonan a que las mujeres tengan menos alcance con sus salarios en comparación con los hombres, es que hay una cultura de consumo hacia ellas, es decir, que las mujeres tienden a consumir más que los hombres y por ende, a gastar más; y una prueba de ello es el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se paga en las toallas sanitarias, compresas, tampones, copas menstruales, entre otros.
Otro factor, agregó la experta, es el hecho de que las mujeres ocupan menos cargos directivos, por lo que pueden tener un camino con mayores complicaciones rumbo a mejores salarios.
“Unas de las acciones para cambiar esto es el tema de la inclusión, el empoderamiento de las mujeres hacia puestos ejecutivos y también para las líneas de producción. Se piensa que el obrero debe de ser hombre y no es así, siempre las mujeres podemos participar igual”, dijo.
No le alcanza para comprar la despensa
A Olivia Fernández cada vez le alcanza menos su sueldo para comprar la despensa y es que a pesar de que subió de puesto en la empresa de publicidad donde trabaja desde hace tres años, está al tanto de que gana menos en comparación con otros compañeros que desempeñan la misma labor.
“Sí pienso tomar acciones legales. Los cuatro somos coordinadores de proyectos y hacemos exactamente lo mismo, sólo que la única diferencia es que yo gano menos”, expresó en entrevista.
Víctima de la inequidad salarial
Judith Esparza trabaja en una gasolinera al sur de la Ciudad de México y debido a la pandemia, se le recortó el salario y sus horas laborales; pero tiene conocimiento de que a sus compañeros hombres les pagan más a pesar de que ella cuenta con más años en la empresa.
“Hasta donde sé yo gano menos que los hombres e incluso, ellos están trabajando más. Vengo solo tres días, pero hay quienes vienen cinco días y hay que recordar que aquí lo que deja son las propinas”, contó.
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