Ghislaine Maxwell, excolaboradora de Jeffrey Epstein y acusada de tráfico de menores en Estados Unidos, deberá permanecer en prisión luego de que le fuera negada el lunes la libertad bajo fianza por tercera vez.
Tras solicitar sin éxito su liberación en julio y diciembre de 2020, la hija del fallecido magnate británico de los medios de comunicación Robert Maxwell había ofrecido esta vez renunciar a sus nacionalidades británica y francesa, para apaciguar los temores de los fiscales de que pudiera trasladarse al extranjero para escapar de la justicia estadounidense.
Pero la jueza federal de Manhattan, Alison Nathan, dictaminó que “ninguna combinación de condiciones” podía garantizar “razonablemente” que compareciera ante el tribunal si quedaba en libertad antes de su juicio, cuyo inicio está previsto para julio.
Ghislaine Maxwell, de 59 años, sigue denunciando las condiciones de su detención preventiva. El mes pasado, afirmó haber sufrido “abusos físicos” por parte de los guardias de su prisión en Brooklyn.
También denuncia lo que considera una vigilancia excesiva, incluida una lámpara que escanea el techo de su celda cada 15 minutos por la noche, debido a los supuestos riesgos de suicidio.
El financiero Jeffrey Epstein, acusado de abusar sexualmente de decenas de chicas menores de edad en sus lujosas residencias, fue encontrado ahorcado en su celda en agosto de 2019. La investigación concluyó que se trataba de un suicidio y de un mal manejo de los guardias encargados de vigilarlo en la prisión de Manhattan donde estaba encarcelado.
Arrestada en julio de 2020 en New Hampshire, un estado del noreste de Estados Unidos, tras varios meses de fuga, Ghislaine Maxwell es sospechosa de haber reclutado a adolescentes para Epstein en varias ciudades del mundo.
Se enfrenta a seis cargos, entre ellos el de tráfico de menores y el de incitación a la prostitución entre 1994 y 1997, y el de mentir bajo juramento en 2016 en un procedimiento civil. Se enfrenta a la cadena perpetua si es condenada.
fahl