En una pequeña localidad, bajo los rayos del inclemente sol del Caribe y con un entusiasmo que contagia, un grupo de mujeres apasionadas por el softball creó un equipo denominado Las Diablillas Mestizas de Hondzonot para romper estigmas a través del deporte.
Portando sus tradicionales huipiles y descalzas, para correr más rápido, aseguran, estas mujeres salen a la cancha a jugar softball sin importar las críticas que han tenido que enfrentar.
Y es que pese a que esta localidad se encuentra en medio de la selva quintanarroense, Hondzonot ha resaltado gracias a Las Diablillas, quienes con su peculiares técnicas y pasión por el deporte se han dado a conocer en el país. La mayoría de las integrantes son madres de familia. Afirman que han llegado a recibir críticas y burlas por practicar un deporte de “hombres”.
Fue así como nació el nombre del equipo: para demostrar a sus vecinos y a las personas en general que el deporte no tiene género ni uniformes.
En días pasados, la capitana del equipo, Fabiola May, le hizo llegar al presidente Andrés Manuel López Obrador una petición para que el gobierno les construya gradas y arregle el campo deportivo de la localidad en donde juegan y practican.
ica