En los últimos años aumentó la demanda de productos inteligentes que asisten a la humanidad, lo vemos con los robots que apoyan durante la pandemia, el uso de dispositivos cocleares o sillas de ruedas con Inteligencia Artificial, entre otros.
El Informe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) sobre tendencias de la tecnología 2021, estima que más de mil millones de personas necesitan actualmente tecnología de apoyo, cifra que se duplicará para 2050 a medida que la población envejezca y exista una mayor convergencia entre la electrónica de consumo y los productos vinculados con este tipo de aparatos.
La agencia, que forma parte de de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), calcula que sólo una de cada diez personas en el mundo tienen acceso a los productos de apoyo que necesitan. Para responder a esta demanda, las innovaciones en materia de tecnologías de apoyo han vivido un verdadero auge, con un crecimiento de dos dígitos en los últimos años, según el informe.
En forma paralela, la convergencia entre la electrónica de consumo y los productos de apoyo conlleva una comercialización aún mayor de esas tecnologías, indica la OMPI en un comunicado.
“Las personas que sufren de discapacidades se apoyan desde hace mucho tiempo en las nuevas tecnologías para ganar en independencia e interactuar mejor con su medio ambiente”, subrayó el director general de la OMPI, el singapurense Daren Tang.
El informe identifica más de 130 mil patentes relacionadas con tecnologías de apoyo convencionales y emergentes publicadas entre 1998 y mediados de 2020, con 15 mil 592 solicitudes presentadas en ese período, como “asistentes robóticos, las aplicaciones inteligentes para el hogar, las tecnologías disponibles para personas con discapacidad visual y anteojos inteligentes”.
Las casas inteligentes en auge
La presentación de solicitudes en el campo de la tecnología de apoyo emergente ha aumentado tres veces más rápido (con un índice medio anual del 17% durante el período 2013-2017) que en el de la “tecnología de apoyo convencional”, que aporta mejoras a productos bien establecidos, como asientos o ruedas de sillas de ruedas ajustadas para distintos terrenos, alarmas de entorno y dispositivos con braille.
El informe revela que China, Estados Unidos, Alemania, Japón y Corea del Sur son los cinco países que generan más innovación en el sector de las tecnologías de apoyo.
Las universidades y las organizaciones públicas de investigación ocupan un lugar más destacado en el acervo de datos sobre tecnologías de apoyo emergentes, precisa.
Sin embargo, el sector privado está “a la cabeza” del desarrollo de tecnología de apoyo, por ejemplo a través de empresas especializadas en la materia, como WS Audiology, Cochlear, Sonova, Second Sight y Össur.
Las empresas de artículos electrónicos de consumo (como Panasonic, Samsung, IBM, Google e Hitachi) y los fabricantes de automóviles (Toyota y Honda) también son actores importantes, señala la OMPI.
La agencia de la ONU constata además que las tecnologías desarrolladas inicialmente para personas con limitaciones funcionales se aplican cada vez más a los productos masivos.
Por ejemplo, la tecnología de conducción ósea, que puede dar asistencia en caso de discapacidad auditiva, también puede utilizarse para los auriculares de las personas que corren por deporte, indica.
“Los dispositivos con interfaz cerebro-máquina o reconocimiento del movimiento ocular, que ayudan a las personas con parálisis cerebral a utilizar computadoras, también pueden utilizarse para aplicaciones de juego y comunicación”, afirmó Marco Alemán, subdirector general de la OMPI.
“Da gusto oír que esas tecnologías, que mejoran la calidad de vida, se dirigen hacia una comercialización amplia, beneficiando al mismo tiempo a quienes más las necesitan”, agregó.
24 horas con información de agencias
FRASE
“Desde la invención de las muletas en el antiguo Egipto hasta las tabletas braille de nuestros días, y pasando por las prótesis de la Edad Media, estamos en los albores de un futuro en el que los sillas de rueda autónomas, las prótesis auditivas controladas por la mente y los dispositivos de vigilancia de las condiciones de salud y las emociones atenuarán el impacto de las deficiencias humanas”, Daren Tang, director de la OMPI.
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