Los gigantes de la moda tienen problemas para cumplir con sus compromisos medioambientales, de acuerdo a un informe publicado este lunes por el sitio especializado Business of Fashion, que lamenta la brecha entre la prédica y los hechos.

El estudio, redactado por un grupo de expertos internacionales independientes, establece el “índice de desarrollo sostenible” de quince grupos: cinco del sector del lujo, entre ellos Kering y LVMH, cinco grandes marcas (H&M, Levi Strauss, Gap entre otras) y cinco de ropa deportiva, entre los cuales Nike y Adidas.

Este informe es el primero de una serie de análisis apoyados en los ‘índices de sustentabilidad’ que Business of Fashion publicará antes de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático en Glasgow (Escocia), en noviembre de 2021.

“Con menos de 10 años para alcanzar el objetivo global en materia de clima y de desarrollo sostenible, el tiempo se agota y ya no es suficiente con declarar una intención de cambio”, subraya el estudio.

Los grupos son evaluados en seis aspectos: transparencia, emisiones de CO2, utilización del agua y productos químicos, materiales, los derechos de los trabajadores y tratamiento de desechos.

Ninguna empresa alcanza más de 50 sobre 100 en este ránking, y además el holding suizo Richemont (Chloé, Ralph Lauren…), la japonesa Fast Retailing (Uniqlo, Princesse Tam Tam…) y el grupo estadounidense Under Armour tuvieron puntuaciones inferiores a 25.

Consultados por la AFP, Richemont (con un puntaje de 14 sobre 100) y Under Armour (9) no quisieron responder.

En cambio, ‘los mejores alumnos’ son Kering (Gucci, Saint Laurent…) y Nike, que obtuvieron 49 y 47/100, respectivamente.

“Entre las grandes empresas de la moda, muchas aún no saben o no revelan de dónde provienen sus productos, y cuanto más abajo se encuentra la cadena de suministros, las cosas son más opacas”, señala el informe.

“Esto abre la vía a la explotación y las violaciones de los derechos humanos, y crea dificultades para medir el impacto medioambiental de la industria”, advierte.

H&M en la mira de China

China, ante las acusaciones de violación de los derechos de la minoría uigur, emprendió medidas de retorsión contra el gigante sueco de la moda H&M, que el año pasado decidió dejar de utilizar algodón procedente de Xinjiang, la provincia donde reside esa minoría.

Los productos H&M dejaron de estar disponibles desde ayer en la plataforma Taobao, propiedad del grupo Alibaba, dos conocidos actores cortaron lazos con la compañía sueca y los medios estatales la criticaron.

Los medios de comunicación públicos hicieron alusión a “mentiras” e “segundas intenciones”, la cadena CCTV acusó a H&M de “comerse el arroz chino rompiendo el bol” y de querer “destruir el desarrollo de las empresas y de los trabajadores chinos”.

La actriz y cantante Victoria Song, que en el pasado colaboró con la marca sueca para una colección, dijo en un comunicado que rompía lazos con H&M y que los “intereses del país estaban por encima de todo”.

La firma de ropa Hennes y Mauritz (H&M) anunció el año pasado que ya no utilizaría más algodón producido en Xinjiang, una provincia china poblada de uigures, una minoría musulmana que, según defensores de los derechos humanos, estaría reprimida y explotada por Pekín. Unas acusaciones que el régimen comunista niega.

La decisión siguió a un informe de la oenegé Australian Strategic Policy Institute en el que se acusa al grupo de haberse abastecido “potencialmente directa o indirectamente”, entre 2017 y 2019, a través de estructuras que recurren a mano de obra uigur proveniente de “campos de reeducación”.

En un comunicado, H&M China declaró el miércoles que no adhería a “ninguna posición política” y preveía continuar con sus actividades en China a largo plazo.

La Unión Europea (UE), Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá impusieron sanciones contra dirigentes de Xinjiang.

LEG