Reciprocidad y proporcionalidad, dos valores que la Unión Europea puso desde ayer como condición para permitir las exportaciones de vacunas contra el virus SARS-CoV-2 a países fuera de dicho bloque, que concentra 27 naciones, y ya no incluye al Reino Unido.
Esto implica, por ejemplo, que se revisará si el país al que van dirigidas las sustancias es también productor, y si parte de sus lotes tienen como destino alguna nación del Viejo Continente, pero también considerará aspectos sanitarios, como su capacidad hospitalaria, o bien el lugar que ocupe en la lista de países que más dosis han inyectado.
“El sistema (de autorización de exportaciones) ha mejorado significativamente su transparencia. Sin embargo, el objetivo de garantizar el acceso oportuno para los ciudadanos de la UE aún no se cumple”, se lee en el documento que dieron a conocer ayer, presentado por el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
Las nuevas reglas se aplican sobre los laboratorios con sede en alguno de los Estados miembro de la Unión. Hasta ahora, en el bloque están autorizados los biológicos de AstraZeneca, BioNTech/Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson.
Las fricciones relacionadas con el acceso a las vacunas llevan semanas activas, y los reclamos van y vienen de ambos lados de la red. Mientras la UE señala inequidad en el reparto -puesto que esperó más tiempo en cerrar contratos bilaterales y las sustancias llegaron más tarde-, otros países (incluyendo al Reino Unido) piden que los frascos no sean retenidos y, al contrario, que se apure aun más el flujo al exterior.
Países de todo el mundo dependen de la capacidad de distribución de las vacunas que se producen en Europa, como México de AstraZeneca.
En esta revisión, la Comisión constató que en ciertos países bloquean exportación de dosis de vacunas hacia la UE “ya sea por fuerza de ley, por arreglos contractuales u otros, negociados con los fabricantes”.
Además, la UE lamenta ser el principal exportador de vacunas, y no recibir las producidas en territorio británico.
El primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió sobre lo que llamó “bloqueos arbitrarios”.
Desde la Cámara de los Comunes, Johnson deslizó que las grandes farmacéuticas podrían replantearse invertir en países que imponen bloqueos arbitrarios, según dio cuenta el diario The Guardian.
LEG