Los desmontes que se realizaron por las obras del nuevo Aeropuerto Internacional en el Lago de Texcoco fueron una de las causas de las tolvaneras que se registraron en la Ciudad de México el pasado domingo.
De acuerdo a especialistas de la UNAM, las fuertes tolvaneras que provocaron mala calidad de aire en la capital del país se originaron por los suelos erosionados que existen en la zona norte y en zonas como el Lago de Texcoco.
“El viento sobre los suelos erosionados o sin cubierta vegetal de la periferia norte y oriente de la ciudad, así como sobre el Lago de Texcoco, provocan tolvaneras causantes de la suspensión de polvo”, informó el Centro de Ciencias de la Atmosfera (CCA) de la UNAM.
A un año de haberse cancelado el proyecto del NAICM de Texcoco, la Ciudad de México presenta sus primeras afectaciones debido a la destrucción de zonas reforestadas, a la eliminación de lagos y por ende la desaparición de fauna y flora, dejando a la Zona Metropolitana al descubierto y siendo afectadas por rafas de viento que de acuerdo con investigadores del CCA son ocasionados “por acción de los incendios forestales, generadores de grandes cantidades de partículas de combustión y gases precursores de este contaminante”.
Omar Amador Muñoz, Investigador de Laboratorio de Especiación Química de Aerosoles Orgánicos Atmosféricos del CCA, aseguró que dichas tolvaneras no tienen un impacto grave en la salud sin embargo, especialistas y autoridades recomendaron una serie de acciones como el uso de cubrebocas y preferentemente no salir. Además se deben evitar las actividades y ejercicios al aire libre.
En caso de presentar síntomas respiratorios, acudir a una unidad de salud para su valoración.
fahl