Luego de representar a Jesús en la 178 Representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, que por segundo año se realizó a puerta cerrada en el Santuario de la Cuevita por la pandemia de Covid-19, Rodrigo Neri ha colgado el manto del Cristo y la próxima semana volverá a sus actividades escolares.
El joven de 20 años, originario del Barrio de la Asunción y quien se encuentra cursando la licenciatura de Químico Farmacéutico Industrial en el IPN, refirió que el momento más representativo de su participación fue el Vía Crucis.
“Hay muchos factores que se hacen complicados, independiente del peso de la cruz, 95 kilos, lo que importa es poder sentirte como él (como Jesús), eso es lo más difícil y fuerte… uno va caminando, ya vas en agonía, llegas a la primera caída y entiendes porque Jesús desvanece”.
Destacó que “quería imitar o ser un poco similar a como Jesús ya iba en Vía Crucis, recordemos que cuando él va cargando la cruz ya estaba en agonía, no sé si lo transmití, pero en ningún momento sentí que me fuera a desmayar”.
Señaló que cada representación tiene una sensación distinta, ya que toda persona que representa al personaje de Jesús le da un toque especial. Para él, su meta era transmitir el sentimiento y las emociones del mesías.
“Por ejemplo el Domingo de Ramos fue un día muy alegre, porque entra triunfante a Jerusalén, a excepción de algún enojo que sufre al ver a los mercaderes en su templo”.
Destacó que la oración del Jueves Santo la dedicó al cuerpo médico que está ayudando a salir de esta pandemia.
Cabe destacar que la 178 Representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa tuvo 6.2 millones de personas de audiencia, tanto en televisión como en redes sociales.
FRASE
“Esta experiencia nunca se me va a olvidar y la voy a llevar toda mi vida… Independiente del acto de fe que tenemos al representar unos momentos a Jesús, es muy bonito, entiendes lo que vivió, sufrió y las diferentes emociones en los pasajes bíblicos”
LEG